A Tiro de Piedra | Julián Santiesteban
Contracorriente
La esperanza, no obstante sus engaños, nos sirve al menos para llevarnos al fin de la existencia por un camino agradable
François de La Rochefoucauld
Es tanta la “sed” económica de la zona sur de Quintana Roo, que cuando el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, acudió a Cancún y anunció que la capital estatal, Chetumal, “recuperará” su condición de zona libre, los alicaídos empresarios locales soñaron de nuevo en el reino de la “fayuca” y las importaciones baratas que una vez hicieron boyante a esta región, pero se equivocan, ese esquema nunca volverá.
Aclararlo es importante porque a partir de los “silencios convenientes” se incrementan las expectativas generadas, y hasta ahora no ha habido secretario de gabinete o delegado alguno que acote lo que el mandatario federal electo dijo desde que pronunció su discurso allá en Cancún, pues López Obrador recalcó que, a partir de que los beneficios contemplados para la zona norte del país se aplique también en el sur, la capital estatal recuperará su calidad de zona libre. ¿nota la diferencia entre eso y lo que el rumor comenzó a propalar, en el sentido de que regresaría aquel viejo y añorado esquema económico que hiciera famosa a la capital quintanarroense?
“El Chetumalito” “El Americano” le decían al mismo presidente electo en sus años mozos, por las camisas que usaba y que sus padres llevaban desde Chetumal como importaciones para comercializarlas en su natal Macuspana, Tabasco, pero López Obrador no se refirió nunca a regresar a ese esquema de los años 70 del siglo pasado por el contrario, de la misma manera se ha referido al que su gobierno creará en diez entidades de la zona norte del país, “zona libre”, en todo caso fue un problema de conceptualización, y muy seguramente también de percepción en el sur, donde más de uno comenzó a soñar con los años viejos.
Y es justamente en los detalles en donde luego llegan las decepciones; por ejemplo, el anuncio de la reducción del IVA e ISR no tiene interpretación alguna, prácticamente será a la mitad; pero con respecto a los combustibles, la zona norte del país homologará el precio con respecto a su frontera inmediata, Estados Unidos, lo que significará también una reducción de casi el 50 %, pero en Chetumal, la homologación tendrá que ser con respecto a la frontera que le es inmediata, la de Belice, y ahí la diferencia es, literalmente, de centavos.
Ahora bien, las personas tienden a escuchar lo que quieren en el momento que lo necesitan, y luego se acusa a los políticos de no cumplir, cuando lo que hacen es, en todo caso, utilizar un lenguaje engañoso; López Obrador recalcó que las medidas anunciadas como “zona libre” serán aplicadas primero en la zona norte de México, y luego de ello llegarán al sureste; claro que no especificó cuánto tiempo llevará instrumentarla en diez estados, revisar que la aplicación sea efectiva, que no haya “vacíos”, como reducción de ingresos o evasión fiscal, después de todo eso, la medida será posible en Chetumal.¿ Alguna vez la autoridad ha evitado la evasión? ¿y qué pasaría si el programa resulta contraproducente? Pues simplemente nunca llegará al sur.
Sí, lo engañoso del discurso estuvo en pronunciar frases como que Chetumal “recuperará su condición de…” en el “volverá a ser…”; pero lo cierto es que esquemas como el que permitió a la capital quintanarroense una economía basada en el comercio y no en la burocracia, como está actualmente, no son permitidos incluso por acuerdos y tratados internacionales, y si se considera que apenas acaba de alcanzarse el que se firmará entre Canadá, Estados Unidos y México, López Obrador no se arriesgará a un berrinche del polémico Donald Trump, por mucho que le guste su apodo de “El Americano.”
COMENTARIO MORBOSO
Y sí, el presidente electo ha hecho un despliegue grande de acciones aun antes de asumir el cargo, pero las “bolas de engrudo” que se le están formando también son de considerable tamaño, y algunas sobre las promesas más emblemáticas de su campaña, como la reubicación de dependencias federales a las entidades federativas, pues en la semana, trabajadores sindicalizados de la Secretaría de Cultura realizaron una manifestación por estar en contra de su mudanza a Tlaxcala, ante lo cual –y por primera vez-, el presidente electo dijo que no se moverán sindicatos y trabajadores, sólo los de confianza.
El sábado, en reunión privada con el gobernador de Campeche, López Obrador dijo que, para el caso de Petróleos Mexicanos (Pemex), primero se mudarán los de confianza, pero que en el caso de la paraestatal sí se moverá a toda la plantilla laboral. Ante esos dos casos, faltará ver qué ocurre con la promesa de que la Secretaría de Turismo (Sectur) se mude a Chetumal, pues ya el futuro responsable de esa dependencia, Miguel Torruco Marqués, matizó el futuro, adelantando que, para 2019, pudiera llegar primero una comitiva de alto nivel a establecerse en Chetumal, y luego se hará la mudanza gradual de las diferentes áreas.
Lo cierto es que, desde agosto del presente año, los trabajadores sindicalizados de Sectur fueron los primeros en manifestarse en contra de la mudanza al sureste, faltará ver si logran su cometido como lo de Cultura, y las promesas federales se siguen “diluyendo” con un discurso “matizado”; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.