En Corto | Jorge Castro Noriega
Para aquellos -o aquellas- que se frotaban las manos regocijados pensando que Andrés Manuel López Obrador vendría a “apretar tuercas” o a “jalar orejas” a Quintana Roo, la decepción debió ser muy grande. Tan grande, como la desbordada ambición de quienes por haber ganado un cargo público se autonombran poseedores -o poseedoras- de la voz de todos los quintanarroenses.
El presidente electo no sólo desestimó las groseras acusaciones que desde hace varios días le vienen enderezando al gobernador Carlos Joaquín ciertas figuras políticas desgastadas por el saltimbanquismo partidista desde tribunas legislativas en el centro del país, sino que, por el contrario, públicamente le brindó un espaldarazo total. Quien no lo quiera ver así o no lo entienda así, asumirá entonces por cuenta propia el riesgo de llevar paralelo un discurso contrario al del nuevo mandamás en México.
De visita hoy en Cancún para agradecerle a la militancia ‘morenista’ el haberlo hecho triunfar en las elecciones presidenciales, López Obrador se reunió con los titulares de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como con alcaldes y miembros del gabinete estatal.
Al término del cónclave, que calificó como “muy bueno”, el presidente electo ofreció acompañado de Carlos Joaquín un mensaje a los medios de comunicación, donde notificó que habían, ambos, coincidido en un acuerdo para trabajar de manera conjunta.
“Hay condiciones para ello -enfatizó AMLO-, porque el ciudadano gobernador Carlos Joaquín González está ayudando mucho para que en esta etapa de transición se avance y para que a partir del 1 de diciembre en que tome posesión de la Presidencia de la República, iniciemos los programas para mejorar las condiciones de vida y de trabajo en Quintana Roo”.
Colocándole un brazo sobre su hombro derecho en un gesto de afecto y respeto, López Obrador destacó también la disposición del Ejecutivo quintanarroense para encontrar juntos alternativas que garanticen la paz y la tranquilidad en el estado, “y acabemos con el grave problema de inseguridad y violencia que afecta no sólo a Quintana Roo, sino a todo el país”.
Sepultando con su mensaje de entendimiento político y coordinación civilizada “grillitas” que ciertos -o ciertas- figuras legislativas pretenden enfocar a la entidad desde tribunas en la Ciudad de México, AMLO dijo celebrar que se haya llevado a cabo la reunión de este jueves, y remató claro y preciso:
“Y quiero agradecer mucho al gobernador (siempre tomándolo de su hombro) por su apoyo, su cooperación y su voluntad de trabajar de manera coordinada, para que podamos el Gobierno estatal, junto con el Gobierno federal, hacer un sólo frente en beneficio del pueblo de Quintana Roo”.
Un solo frente, especificó, y así debe de ser. Así es como va a ser. A menos que aquellos -o aquellas- malabaristas de la política y oportunistas “cacha-fotos” en aeropuertos, crean que su ambición personal puede estar por encima del interés conjunto Federación-Estado para trabajar de la mano en beneficio de todos y no satisfacer egos inflados por la ambición individual de fama y poder.
La línea con Quintana Roo y su gobernador ya la marcó AMLO y es de cooperación y acuerdos. No puede, ni debe haber pues, dos líneas diferentes ni discursos encontrados que confronten la palabra del futuro presidente. Menos desde el interior de Morena, al que se deben muchos que arrastrados por el “Efecto Obrador” obtuvieron en julio pasado cargos de elección popular.
Que cabe decir, la palabra del presidente vale y pesa más que la de cualquier senador -o senadora- con exacerbadas ínfulas de grandeza.
#Link #Video:
🔴#ENVIVO El gobernador Carlos Joaquín acompañado del Presidente Electo Lic. Andrés Manuel López Obrador ofrecen atención a medios posterior al encuentro que sostuvieron, en #Cancún
Posted by Coordinación General de Comunicación de Quintana Roo on Thursday, October 11, 2018