En Órbita | Marcelos Salinas
SIPSE
Con ese desplante que le ha caracterizado durante su criticada administración, la presidenta municipal de Cozumel, Perla Tun Pech, ha puesto obstáculos en la entrega-recepción, lo cual ha obligado a replantear los esquemas colaborativos de ambos equipos, con la inevitable postergación de objetivos básicos.
No sólo ratifica su postura conflictiva (el peor de todos los males, porque podría estar de paso en la política), sino que podría entorpecer el arranque del gobierno de Pedro Joaquín Delbouis, quien aspira rescatar al municipio de una de las peores experiencias gubernamentales. Los efectos colaterales son múltiples y diversos.
En una exclusiva reciente para En Órbita, Joaquín Delbouis relató el curso del proceso. El primer contacto se estableció cuando quedaba un mes aproximadamente, a través de Relaciones Públicas y después de algunos intentos fallidos.
Es decir, no se les atendió en tiempo ni en forma. Porque los colaboradores del electo, y él mismo, solicitaron comunicación dos semanas antes del primer encuentro (como fue entre el antecesor, el priista Fredy Marrufo, y la hoy alcaldesa panista), mediante los conductos habituales y sin imposiciones. Por desgracia no fue así.
A la primera sesión fue un representante de la Auditoría Superior del Estado (Aseqroo), como aval. En la segunda hubo una desagradable sorpresa: los electos recibieron una minuta unilateral; es decir, no consultada ni consensuada, en la cual se estableció un calendario de la transición, ignorando protocolos (y buenos modales).
Por ejemplo, algunas áreas de Tesorería serían entregadas horas antes del 30 de septiembre, cuando asumirán funciones quienes lamentan este aparente boicot. El documento no fue aceptado y se pararon de la mesa. Es que no tener la información de las finanzas es grave por los antecedentes y el contexto en el estado. Es lógico.
En esa cuestionada minuta calendarizada se fijó el 10 de septiembre como fecha de inicio formal. Tampoco fue así. Entró nuevamente la Aseqroo y apenas un día después, el 11, arrancó con “peros”, ya que Perla y los suyos siguen incurriendo en anomalías. Las observaciones abundan.
Aun así se avanza. Además motiva a los entrantes a examinar profundamente cada oficina. Joaquín Delbouis no altera su plan mayor, con esas propuestas que convencieron a los ciudadanos en campaña, aunque sí ha debido modificar los ritmos. No la esencia, claro está.
¿Qué resultará de tales evaluaciones? Durante la entrevista habló de justicia -no de venganza-, y sólo sonrió cuando quien escribe le recordó que su tío, el gobernador Carlos Joaquín, profirió su célebre frase: “El que la hace la paga”. El desenlace de esta última historia es conocida.