Tiro Libre
Anwar Moguel
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El tenebroso “showman” de las redes y autoproclamado justiciero anticorrupción, Carlos Mimenza Novelo, volvió a propinar un golpe mediático este fin de semana al denunciar que fue víctima de un supuesto intento de asesinato, hecho que ni tardo ni perezoso difundió a través de una transmisión en vivo por Facebook y después por un ejército de bots en Twitter.
Por supuesto, el sujeto, que ha emprendido una feroz y vulgar campaña contra el gobernador Carlos Joaquín González cuyos fines solamente él conoce, culpó sin chistar al mandatario y al fiscal del estado, Miguel Ángel Pech, de este “ataque” en su contra. Así, sin ninguna prueba y sin ninguna investigación de por medio.
Por este y otros detalles del supuesto intento de ejecución, como la extraña forma de los orificios de bala que presentó el vehículo en el que presuntamente se trasladaba, y su sobreactuada denuncia en el video, el millonario vengador caribeño fue interpelado por cientos de cibernautas que no se tragaron el cuento del atentado por los turbios antecedentes de su protagonista.
Y es que Carlos Mimenza se ha lanzado en un tobogán de descrédito por su incontrolable mitomanía que pone en entredicho su salud mental. En su expediente de mentiras acarrea la recepción de un soborno de cinco millones de pesos enviado, según él, por el ex gobernador Félix González Canto, a quien por cierto ya ni menciona en su cruzada de odio; las promesas de meter a la cárcel a la mitad de los políticos quintanarroenses y la creación de los “autodefensas” de Quintana Roo que hasta hoy nadie ha visto y nadie conoce.
Por ese enfermizo deseo de llamar la atención, llegó al extremo de invitar a los narcotraficantes, a quienes calificó como “parte importante de la sociedad”, a sumarse a la lucha contra el gobierno de Quintana Roo, lo que aquí y en china es un llamado a la violencia que no puede ser tolerado.
Ahora, con el pretexto del “atentado” en su contra, lanzó amenazas directas contra el gobernador Carlos Joaquín, lo que no debe ser tomado a la ligera, aunque está claro que su intención es provocar la acción judicial para victimizarse y seguir capitalizando la fama de personaje “incómodo” al poder.
La verdad sobre el presunto atentado saldrá a la luz muy pronto. Si en verdad ocurrió, Mimenza debió interponer las denuncias correspondientes ante las autoridades estatales o federales y sujetarse a una investigación formal de inmediato. Pero si evita la denuncia, será muestra de que todo se trató de un montaje para su show en las redes y nada más.
Por lo pronto, hasta este domingo la Fiscalía General del Estado reportó que el oscuro empresario no había presentado la denuncia por el hecho.