La Jiribilla | Jorge González Durán
En el municipio de Solidaridad, cuya cabecera es Playa del Carmen, hay un pleito de pronóstico reservado. El síndico y dos regidores morenistas se aliaron con sus homólogos del PAN, PRD y PRI para boicotear a Laura Beristaín.
No le aprobaron los nombramientos que por ley le corresponden al cabildo. Ella pidió un breve receso para negociar, pero fue imposible.
Ante su tardanza, los nueve regidores que se negaron a aprobar sus propuestas para la secretaría general del Ayuntamiento, la tesorería, seguridad pública y la contraloría, reiniciaron la sesión y designaron a los titulares de las citadas dependencias, rechazando a las personas nominadas por la Beristaín.
Fue una sesión tranquila, hasta que tuvieron que abandonar el teatro de la Ciudad en medio de un apagón y de sillazos y gritos destemplados, sin que faltaran las amenazas.
Laura Beristaín regresó ayer al Palacio Municipal y designó a sus colaboradores que no necesitan ratificación del Cabildo.
El pleito es, en esencia, entre morenistas que se sienten desplazados por la Beristaín, o que no fueron tomados en cuenta a la hora de los nombramientos. Lo mismo pasó en Othón P. Blanco.
El error de Morena fue designar como candidatos a personas ajenas a ese partido, que tuvieron manga ancha para proponer regidores. Se sienten desplazados y prefirieron hacer alianzas con otros partidos para poner coto a los presidentes municipales. Hernán Pastrana aceptó la decisión del Cabildo, pero Laura está enfrascada en sostener sus propuestas iniciales.
La alcaldesa denunció amenazas a su integridad física, y circula un video donde Gerardo Ortega habla de gente armada que lo acompaña. El asunto se ha empañado y ha entrado en una espiral de incertidumbre. Hacen falta canales para el diálogo.
La sangre no debe llegar al río.
Ante esta confusa situación, Laura Beristaín señala al gobierno de orquestar un complot en su contra.
Los hechos demuestran que el gobernador Carlos Joaquín González siempre se ha mostrado respetuoso de la autonomía municipal. Así lo hizo con Remberto, que se negó a establecer una efectiva coordinación sobre todo en el área de seguridad.
Lanzar acusaciones sin ton ni son, es abonar a la incertidumbre y la inestabilidad política. Laura Beristaín necesita sosiego para llegar a acuerdos con los regidores de Morena que armaron un bloque en su contra.
La dirigencia nacional de Morena se ha mantenido al margen hasta ahora. Mientras tanto, nadie sabe que sucederá en los próximos días. Pero hay que evitar que estalle la violencia.