Tiro Libre
Anwar Moguel
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El mito en el que se convirtió la figura del ex gobernador de origen chetumaleño, Mario Villanueva Madrid, sigue tan vigente hoy como hace casi dos décadas, cuando estaba en el pico de su poder y mantenía un absoluto control político –basado lo mismo en el populismo que en el miedo– sobre Quintana Roo.
El sexenio de Mario Villanueva Madrid estuvo lleno de claroscuros, sin embargo el pueblo, sobre todo del sur de la entidad, lo acogió como uno de sus hijos favoritos y lo premiaba con aplausos y apapachos donde quiera que se parara.
Los logros de su gobierno están a la vista, sobre todo en el aspecto económico. En la corta historia de Quintana Roo como entidad, fue el único gobernador que logró reducir la deuda pública, dejando unas finanzas más que sólidas a su sucesor, Joaquín Hendricks Díaz, quien no tuvo el mismo desempeño y elevó la deuda en casi un 300 por ciento.
Sin embargo los episodios de autoritarismo desmedido que caracterizaban el estilo de liderazgo de Mario Villanueva eran bien conocidos por sus colaboradores cercanos, que no pocas veces sufrieron las consecuencias de la ira del mandatario.
Pero fue el pueblo el que convirtió a Mario en una especie de héroe, en un político que escaló hasta las alturas. El ex mandatario se dejaba querer, y a su vez se daba con la gente de manera extraordinaria. Atendía a cualquiera y ayudaba al que se lo pedía. En estas fechas, abría las puertas de la casa de gobierno de par en par para que cualquiera en Chetumal celebrara, con unos buenos tacos, su cumpleaños.
Sus celebraciones no eran fiestas privadas con la élite política o empresarial. Eran con la gente, de allí su verdadera fuerza.
Porque sus excesos nunca impactaron en su imagen, y cualquier error –que los tuvo, y muchos– era perdonado de inmediato por la memoria colectiva. Mario Villanueva supo desde entonces, que su poder radicaba en el respaldo del pueblo, y catorce años después del brutal encierro al que está sometido sigue vigente.
Esta semana celebró su cumpleaños 67. Enfermo, disminuido y desesperado, lanzó una estrategia para fortalecerse políticamente y quizá, sólo quizá, lograr incidir un poco en su situación jurídica.
Porque el pasado jueves se inauguró en Chetumal la Asociación Civil “Mario Villanueva Madrid”, que será presidida por su hija, Marissa Villanueva Tenorio, y donde al parecer tendrá un papel muy activo la periodista y ex vocera del estado durante el periodo de Villanueva, Niza Puerto Paredes.
La Asociación Civil tiene como propósito –bueno, eso dicen– asesorar jurídicamente a las personas que sufran abusos o atropellos en sus derechos humanos. Por cierto, el plus es que el principal asesor jurídico será el propio Mario Villanueva, quien ya terminó su carrera de abogado en su largo encierro.
Pero no nos engañemos, en Quintana Roo las asociaciones civiles distan mucho de ser realmente ciudadanas, y prácticamente todas son creadas con fines políticos. La A.C. de Mario Villanueva, no será diferente, lo que se demostró en el acto de apertura donde se lanzaron dos contundentes mensajes políticos que movieron las aguas a nivel local.
¿Qué pretende realmente Mario Villanueva con esta nueva movida? Las posibilidades son muchas, pero a ciencia cierta, lo sabe solo su familia y sus amistades muy cercanas. Cualquier inferencia a priori caería irremediablemente en el terreno de la especulación.
Sin embargo un certero precepto bíblico dice que “por sus frutos los conocereís”, y así será. Bastaran unos meses para saber cuál es el propósito real de la recién inaugurada Asociación Civil.
Arranque con turbo
El alcalde de Solidaridad (Playa del Carmen), Mauricio Góngora Escalante, encendió las turbinas apenas iniciando la carrera por la sucesión y, aunque no se ha destapado formalmente, en la recta inicial saca ya varios kilómetros de ventaja sobre sus adversarios.
Presumiendo su popularidad y las buenas calificaciones de su administración municipal, ha logrado colocarse en una posición de privilegio logrando que su imagen sea ampliamente difundida y conocida, respaldado además por los alcaldes del resto de los municipios quienes lo aceptaron sin chistar como su líder, con excepción del cancunense Paul Carrillo y del chetumaleño Eduardo Espinosa Abuxapqui, quienes también aspiran a “la grande”.
Por supuesto que aún es temprano para realizar cualquier pronóstico, y la carrera se recrudecerá conforme avancen los meses donde se intensificará el fuego amigo y enemigo, pero de entrada el potencial mostrado por Mauricio le permite soñar con las alturas, de eso no hay duda.
Otro que sacó la artillería pesada y hoy por hoy se encuentra en un nivel de penetración social solo detrás del alcalde playense, es el todavía diputado federal Raymundo King de la Rosa.
Eso sí, el nombre e imagen de Raymundo King recibió muchas abolladuras durante su paso por el Congreso de la Unión, por lo que ha tenido que remar contracorriente para meterse en la contienda. Lo ha logrado usando su puesto de líder local del PRI que le abrió la posibilidad de tener gran exposición mediática.
Su rival natural es el alcalde capitalino, Eduardo Espinosa Abuxapqui, quien lo supera fácilmente en popularidad en Chetumal y sus alrededores, pero no a nivel estatal, ya que Raymundo King, gracias a su posición y la andanada mediática que empezó a desplegar en fechas recientes, es más conocido en la zona norte.
Pero la carrera no es de velocidad, sino de resistencia. Los competidores se irán quedando en el camino poco a poco, hasta que quede solo el elegido. ¿A quién le va?
Desde las aulas
Un sector inconforme del magisterio quintanarroense provocó una ligera agitación en las aguas durante esta semana, preocupando por momentos a las autoridades educativas y gubernamentales, ante la amenaza de que detone un movimiento de mayor intensidad.
Convocados por el autodenominado “Movimiento Magisterial en Resistencia”, organismo multiforme impulsado en Quintana Roo por el Comité Ejecutivo Nacional Democrático (CEND) del SNTE, una disidencia del sindicato magisterial, el pasado 1º de julio se realizó un paro de labores que no tuvo el impacto buscado por los profesores rebeldes.
A pesar de la intensa promoción en redes sociales y de las presiones al magisterio, solamente pararon labores alrededor de 700 profesores en todo el estado, lo que representa un 3.8 por ciento del total, según cifras de la Secretaría de Educación.
En Chetumal, por ejemplo, fueron alrededor de seis escuelas primarias las únicas que suspendieron clases para sumarse a este paro como medida de protesta contra la evaluación educativa.
Y aunque la mecha está encendida, al parecer la pólvora está húmeda en el magisterio local donde se ve muy difícil que ocurra un levantamiento similar al de 2013.
Tras las ondas provocadas por esta manifestación, las aguas retornaron a la calma de inmediato.