Anwar Moguel
Aunque en sus primeros 100 días de administración la primera mujer en gobernar Quintana Roo ya puede presumir de haber conseguido una inversión histórica del gobierno federal en nuestro estado en diversos proyectos de gran calado, Mara Lezama Espinosa no cesa de tocar puertas y sigue dando ejemplo de trabajo incansable con importantes gestiones que, por regla general, se traducen en buenos frutos para la entidad.
En esta recta inicial del gobierno del “cambio verdadero”, como ella misma lo ha denominado, gracias a su gestoría se han aterrizado proyectos como la remodelación de la avenida Colosio, la construcción de los puentes sobre la Nichupté y la remodelación del distribuidor vial del aeropuerto, todo esto en Cancún.
Se ha anunciado una inversión de más de mil millones de pesos para las zonas arqueológicas, más otra inversión multimillonaria en proyectos hospitalarios y de Salud; se avanza a paso firme con la construcción del Tren Maya, del Aeropuerto de Tulum y del Parque del Jaguar, entre otros proyectos en marcha.
Pero el camino para lograr acortar las brechas de desigualdad y la diferencia de oportunidades en Quintana Roo aún es largo, de ello está consciente la gobernadora quien quiere, en tan sólo cinco años, marcar un antes y un después en la administración pública.
El desafío es enorme, mas sin duda Mara Lezama ha estado a la altura. Arrancando esta semana nuevamente estuvo en importantes encuentros con la titular de la SEP, Leticia Ramírez, poniendo sobre la mesa la basificación laboral de unos mil 600 trabajadores de la educación que actualmente están bajo el régimen de honorarios para cubrir necesidades del servicio.
La gobernadora expuso la seria problemática que enfrenta el estado año con año debido a su crecimiento demográfico acelerado, para que esto sea contemplado por la SEP en la asignación de recursos.
También sostuvo una reunión con los subsecretarios de la SICT, Rogelio Jiménez y Felipe Verdugo, a quienes propuso proyectos de rehabilitación y modernización carretera, sobre todo en zonas crónicamente olvidadas.
En cada gira de trabajo en la CDMX, la hiperactiva gobernadora quintanarroense ha regresado al estado ya sea con un compromiso o con un proyecto autorizado, pero nunca con manos vacías.
La eficiencia en la gestión ha sido su sello, convirtiéndose en tiempo récord en una de las mujeres referentes de la 4T a nivel nacional.
IMOVEQROO, BAJO PRESIÓN
Rodrigo Alcázar, director del Instituto de Movilidad de Quintana Roo, se ganó la rifa del tigre en la asignación de puestos del gabinete actual, pues su tarea es tan dura como incómoda.
Le toca a este funcionario intentar poner orden en un sector dominado por mafias y poderes fácticos que hace mucho le perdieron el miedo a la autoridad.
Y mientras encuentra como empezar a desenredar la madeja, tiene encima la presión política por parte de los taxistas de Chetumal que se sienten engañados ante la negativa de incremento a sus tarifas, y la presión gremial de los taxistas de todo el estado por el tema de Uber, que mañana se dirime en la mesa de un juzgador federal.
Alcázar tiene enfrente una montaña de problemas que debe empezar a atender a la de ya, porque nos cuentan fuentes acreditadas que el tiempo de gracia para los servidores públicos ya pasó y desde ahora están siendo evaluados por la gobernadora, quien espera resultados y funcionarios de territorio, no de escritorio.
¿Dará el ancho el nuevo titular del desprestigiado IMOVEQROO?
