A Tiro de Piedra | Julián Santiesteban
Contracorriente
Por tanto, lo que es de suprema importancia en la guerra es atacar la estrategia del enemigo
Sun Tzu
Un día después de conmemorar el 44 aniversario de la erección de Quintana Roo como entidad federativa, los tres órdenes de gobierno realizaron un desfile militar en Cancún, que representó el despliegue más amplio en toda la historia estatal, con la presencia de unos tres mil elementos castrenses que se unirán a los esfuerzos del gabinete recién renovado de seguridad, con la apuesta máxima de regresar la tranquilidad al destino turístico más importante de Latinoamérica.
Recientemente, el gobierno de Carlos Joaquín González renovó la titularidad de Seguridad Pública al designar a Alberto Capella Ibarra y, luego de la renuncia del fiscal general, el mandatario designó de manera interina a Gustavo Salas Salgado, en tanto la XV Legislatura local designa a un titular; pero además de ello a finales de julio pasado el gobierno local presentó el Modelo de Prevención Quintana Roo, que contempla un total de 141 acciones ejecutadas por 33 instancias del Estado, que contribuyen a la prevención del desorden, la violencia y la delincuencia.
Claro que el nivel de inseguridad alcanzado, particularmente en el norte quintanarroense, ameritaba una acción de esa envergadura, pues las ejecuciones ya rebasan las 400 tan sólo en 2018 y las acciones de la delincuencia organizada han generado una descomposición creciente que ya amenaza con incidir de manera marcada en la principal actividad económica estatal que es el turismo. Para grandes males, grandes remedios.
Por eso el desfile realizado hoy tiene tanto significado, no se trata de realizar un recorrido artístico o con fines recreativos, es ante todo un despliegue de fuerza en una zona convulsa, es el lanzamiento de un mensaje claro a la delincuencia de que las fuerzas del orden han llegado a combatirlas con inteligencia y prevención, sin duda, pero también de manera frontal. Se trata pues de inhibir el acto delincuencial. Lo hemos dicho antes en este espacio, la seguridad es una condición, pero también una sensación, por ello el evento de hoy también contribuye a construir la percepción de que el ciudadano no seguirá solo. El mensaje está enviado.
La llegada de tres mil 200 militares a Cancún ocurre al final de la administración federal de Enrique Peña Nieto, pero el proyecto tiene ya dos años, según puntualizó Joaquín González; pero la transición gubernamental no afectará el proyecto, pues el mismo Andrés Manuel López Obrador ya señaló que los elementos castrenses seguirán en las calles, coadyuvando en el combate a la delincuencia.
No podemos saber cuánto tiempo llevará recuperar la tranquilidad en la entidad. Sun Tzu, en El Arte de la Guerra, asevera que en las guerras prolongadas no hay ganadores; por eso el despliegue iniciado hoy debe ser suficiente para acabar pronto la tarea; pero en la obra señalada se destaca también que “la mejor victoria es la que se logra sin combatir”, así que, si con la muestra de fuerza de hoy, los criminales decidieran irse sería estupendo, pero como eso difícilmente ocurrirá, hay que estar preparados como ciudadanos para la reacción que seguramente ocurrirá, pero el camino parece el correcto.
COMENTARIO MORBOSO
Los enfrentamientos al interior del cabildo del Municipio Othón P. Blanco, que alberga a Chetumal, la capital de Quintana Roo, no parecen disminuir; por el contrario, cada día se evidencia más que la disidencia de los regidores de Morena, encabezados por la síndico, Yesunni Martínez Hernández, va mucho más allá que la negativa a apoyar al alcalde de su propio partido, Hernán Pastrana Pastrana; pues la revuelta parece buscar complicar el gobierno para obligar al presidente municipal a dimitir del cargo.
Ante el complicado panorama, Pastrana Pastrana aseguró que en la visita que realizará a Quintana Roo este jueves el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, planteará la situación para que la gobernabilidad se alcance y que la solución llegue del más alto nivel, pues recalcó que hay “manos perversas” detrás de sus detractores, quienes actúan más como “infiltrados” que como militantes de Morena.
Y aunque el senador por Morena, José Luis Pech Várguez insiste en desmarcarse de la revuelta, asegurando que sus tareas lo mantienen ocupado y ha calificado de “versiones irresponsables” a las que lo señalan como “la mano que mece la cuna”, los rumores públicos apuntan hacia él como el artífice de la inestabilidad; pues tanto la síndico como los regidores disidentes son afines a su grupo político, por ello es que, aun si el legislador no alentara la revuelta, sí pudiera contribuir a la búsqueda de acuerdos dando las instrucciones adecuadas.
Por todo lo anterior es fundamental estar atentos al desarrollo de los eventos, pues el problema no es la revuelta en sí, sino el colapso de un gobierno cuya obligación fundamental es atender las necesidades más básicas de la ciudadanía; la recoja de basura, el alumbrado público, la limpieza de calles y camellones no será posible con una administración sin liquidez y a la que le urge comenzar a trabajar, pues al final, el resultado de esos enfrentamientos políticos será la afectación a los de siempre, a los ciudadanos “de a pie”; así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.