Opinión

La guerra de los dos años

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Tiro Libre

Anwar Moguel
Novedades Quintana Roo

Con dos importantes procesos electorales en el cercano horizonte –el federal/local en 2021 y la sucesión gubernamental en 2022– en Quintana Roo el fuego cruzado se intensificó esta semana después de que la senadora de Morena, Marybel Villegas Canché, rompiera la tregua pactada recientemente con el gobernador Carlos Joaquín González, al que acusó de todo y un poco más usando como caja de resonancia el Senado de la República.

El encontronazo entre Marybel y el mandatario estatal no es el primero y ciertamente no será el último, por el contrario, al dinamitar toda posibilidad de diálogo se marcó una nueva tónica y el inicio formal de una guerra campal preelectoral que se extenderá por los próximos dos años y que no será exclusiva de estos dos relevantes personajes, sino un “todos contra todos”.

Porque con tantos intereses e interesados en juego, los enemigos abundan y los aliados son poco confiables, generando un panorama de incertidumbre donde cualquiera puede salir vencedor con algo de suerte.

Quieran o no, todos los actores políticos vigentes y los líderes de grupos de uno u otro partido están inmersos desde ya en esta guerra de los dos años, aunque cada uno con sus estrategias y tácticas. Hay rudos y técnicos, fajadores y esquivos, entrones y sacatones.

El reto de los que quieren ser alcaldes, diputados federales, diputados locales y sobre todo de los que sueñan con la gubernatura en 2022, será lidiar con la dura y sucia batalla en los meses porvenir intentando no salir damnificados o derrotados prematuramente en el proceso. Cadáveres en el clóset tienen todos, pero unos más que otros.

Porque en una guerra tan larga, el peor enemigo para los aspirantes es el desgaste que provoca la sobre exposición pública, sobre todo la negativa, ante la ciudadanía.

La muestra de ello es que en las redes sociales que se han convertido en una zona de desahogo para miles de ciudadanos, el rechazo es generalizado. No hay uno que se salve de los latigazos digitales de los gobernados.

Y el fuego cruzado daña parejo. No hay conferencia de prensa, ni boletín, ni entrevista que quite por completo las abolladuras que dejan los bombazos mediáticos como el que vimos esta semana. En la guerra, no gana el más fuerte, gana el que recibe menos daños.

Pero en la lucha de poder, las ambiciones superan por mucho la prudencia y en su afán muchos políticos se convierten en kamikazes con tal de torpedear a sus enemigos, cueste lo que cueste.

El rebote

El chetumaleño Arturo Contreras Castillo, secretario de Gobierno, tomó su papel y se puso los guantes para responder, a nombre del gobierno estatal, las declaraciones de la polémica Marybel Villegas, lo cual hizo con solvencia. De inmediato su nombre volvió a colocarse entre los “candidateables” a lo que sea en 2021 y 2022, aunque él insiste en que se le “dé por muerto” para las próximas elecciones.

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