Día a día | Héctor Aguilar Camín
SIPSE
El capitalismo crea destruyendo, es el territorio de la destrucción creativa, dijo famosamente el economista austriaco Joseph Schumpeter.
Algo de eso puede suceder con la Cuarta Transformación y su ley para pasar por la báscula de la austeridad al gobierno federal.
La austeridad legislada viene de un gobierno que se dice de izquierda, pero sería el sueño dorado de la más fría tecnocracia neoliberal: bajar los sueldos del gobierno a la mitad y correr a unos 300 mil burócratas .
No debió ser fácil hacerlo cuando tan poco lo intentaron. El tsunami burocrático que se avecina frente a la austeridad aprobada hace unos días por el Congreso empieza a oírse en los medios. Tiene fuerza por lo pronto en la burocracia financiera.
En una sobria y elocuente nota del sábado en Milenio, J. Jesús Rangel nos dejó un trazo de lo que puede venir. La cabeza de la nota de Rangel dice: “Se agrava el éxodo en el sistema financiero”. Por una vez, la cabeza no exagera: la nota es más alarmante que la cabeza.
“En todo el sector financiero público”, escribe Rangel,” se replican las renuncias y solicitudes de jubilación, como sucede masivamente en el Banco de México”.
Hay renuncias y jubilaciones adelantadas en Nafin, Bansefi, Banobras, y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
Hay trámites equivalentes en Hacienda, Turismo, Desarrollo Social, Issste, IMSS, Conacyt, Inegi y la Comisión Nacional de Seguros y Finanzas.
No hay cifras del éxodo en cada dependencia. Se habla de 300 funcionarios que quieren jubilarse, prejubilarse o renunciar en el Banco de México. Le dicen a Rangel: “De que la fuga de talento es masiva, es masiva. Nunca se había observado este fenómeno”.
La fuga se da en tres niveles:
“Los que tienen derecho a jubilación ya hicieron solicitudes formales para completar sus trámites. En segundo lugar hay quienes buscan la prejubilación, y en tercer lugar el bloque de personal supercalificado que ya decidió dejar su puesto porque no está de acuerdo en trabajar con 50% del salario que ahora devenga” (MILENIO, 22 /10/18).