Tiro Libre
Anwar Moguel
Novedades Chetumal
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Sacudida por la onda de choque de los explosivos escándalos de corrupción que han detonado en fechas recientes en la Secretaría de Salud, su titular, Alejandra Aguirre Crespo, liberó un poco de presión mediática con la destitución de la directora administrativa de la dependencia, Martha González Castillo, quien fue señalada como una de las funcionarias involucradas en la venta ilegal de plazas laborales por parte de las víctimas.
Alejandra Aguirre, quien ha sido una de las integrantes del gabinete joaquinista más cuestionadas desde su nombramiento y que según versiones enteradas estuvo a segundos de ser sacrificada en meses pasados, tiene plena consciencia de que no está muy firme en el puesto y tuvo que actuar rápido para ganar algo de tiempo y oxígeno.
La decisión de destituir a su directora administrativa, sobre la que pesaba la sospecha de participación directa en un fraude millonario con venta de plazas, pues su firma estaba estampada en varios de los documentos oficiales con los que mantenían en el engaño a las víctimas –aunque la dependencia siempre defendió la versión de que estas firmas fueron falsificadas–, fue evidencia de que como suele suceder, el hilo se corta por lo más delgado.
Sacrificar al pez chico para salvar al gordo, pues, aunque el relevo indica que será saludable para una Secretaría que se ha convertido en una verdadera olla de inmundicia donde los problemas no dejan de saltar.
Porque en esa importante posición, responsable del manejo de millonarios recursos económicos y humanos de un área tan sensible como lo es la salud, fue nombrada en relevo de la destituida Elvia Aguillón Moreno, funcionaria de trato amable y trayectoria limpia, que tiene el perfil – al menos así parece– para realizar un buen papel en esa posición.
Como antecedente, Elvia Aguillón ocupó la dirección de ingresos en el Ayuntamiento capitalino en la primera parte del gobierno de Eduardo Espinosa Abuxapqui, aunque se desmarcó a tiempo de su administración, lo que le ha permitido permanecer indemne de la ola de denuncias y obtener una posición en el gobierno joaquinista.
Pero la buena fama y recomendaciones con las que llega Aguillón Moreno no son varitas mágicas que compondrán los mil y un problemas de la SESA como por arte de magia, sino todo lo contrario; a la nueva directora administrativa le espera un desagradable y muy pesado trabajo de limpieza en esa dirección, donde la pestilencia de la corrupción ha hecho nido.
Por supuesto que la más interesada de que esto se logre debe ser la propia titular de Salud, quien está enfocada por el momento en un solo objetivo: llegar a la marca del Primer Informe de Gobierno de Carlos Joaquín, programado para el 9 de septiembre, con la esperanza de sostenerse en el cargo.
No la tiene fácil Alejandra Aguirre, porque hasta la fecha no ha mostrado mucho compromiso con la misión de sanear la Secretaría de Salud, que irónicamente es una de las dependencias más enfermas.
Guerra en el Tribunal
La inminente salida del magistrado Fidel Villanueva Rivero de la presidencia del Poder Judicial ha desatado las pasiones al interior del Tribunal, convertido en un enorme ring de lucha de lodo donde al parecer, se vale de todo para descalificar al adversario.
Los intereses de los grupos que se debaten en el poder son claros como el agua, y esta semana los magistrados afines a Villanueva Rivero metieron “mano negra” en el proceso de sucesión desatando un ataque virulento contra la magistrada Verónica Acacio Trujillo, a la que consideran la rival a vencer porque tiene el calor del Ejecutivo a su favor.
Y mientras los jalones de greña están a la orden del día, hay quienes quieren aprovechar el río revuelto a su favor, como es el magistrado Mario Aguilar Laguardia, quien apoyado por Fidel Villanueva solicitó su reelección en el cargo al Congreso local en el momento más indicado, ya que puede “negociar” su voto a cambio de unos años más disfrutando de las dulces mieles de la magistratura.