Romería | Sandra Romero
SIPSE
Las encuestas y mediciones sobre la preferencia de los electores en pleno proceso electoral no es nada nuevo en el país y estados, sin embargo ahora hablaremos de uno de los más recientes ejercicios donde lo nuevo no es el posicionamiento de Morena, que aparece con un 57% de las preferencias, si no del partido que ocupa el segundo lugar, y que es el PRI.
Para muchos, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) estaría muerto y enterrado, sin embargo una encuesta nacional realizada del 28 de febrero al 6 de marzo por el grupo Reforma, con el patrocinio del movimiento, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), arroja el innegable posicionamiento de Morena en todo el país, pero también que el tricolor aún respira.
En el ejercicio ciudadano, se plantea la pregunta siguiente: “Si hoy fueran las elecciones para diputados federales, ¿porque partido votaría? El 57% de los encuestados responde que por Morena, pero la sorpresa es que en segundo lugar, con un muy lejano 13%, aparece el PRI.
En tercer lugar, con un 12% está el Partido Acción Nacional (PAN), el PVEM, PT y PRD con un 3%. Los números han puesto nerviosos a los dirigentes nacionales de todos los partidos políticos, pues corren el verdadero riesgo de desaparecer en algunos estados en las elecciones que se realizarán el primero domingo de junio y lo peor aún, no saben cómo enfrentar ese riesgo.
En el caso de Quintana Roo, los partidos políticos ya tienen listos a sus candidatos para las diputaciones locales, y si bien en algunos distritos la alianza Morena-PV y PT parece no tener oportunidad alguna, es una realidad que la euforia ciudadana hacia el verdadero líder de Morena, entiéndase el presidente de la república, no termina y parece ir en aumento.
En el caso del Partido Revolucionario Institucional (PRI), lleva por lo menos tres candidatos competitivos, ellos son Martiniano Maldonado que irá postulado por el Distrito 8 de Benito Juárez, por el 11, de Cozumel Carlos Hernández Blanco y por el 15 de Chetumal Jesús Rodríguez, todos con buena imagen y que tendrán que remar contra las siglas que los postulan.
Y es que si bien en el 2012 el PRI logró recuperarse luego de la derrota sufrida ante el PAN en el 2000, partido que se mantuvo en el poder por un periodo de doce años, el panorama ahora no es tan positivo para ese partido y ya consideran cambiarle de nombre, lo cual se planteará en el seno del Consejo político nacional, a fin de vender una nueva imagen y partido renovado.
El cambio de siglas podría darle oxígeno a los priístas y posicionarse, esperanza que la basan también en el hecho que serían, aunque muy lejos del primero, un segundo lugar en el gusto del electorado. Hasta la próxima.