La Opinión
La Opinión de Quintana Roo
La derrota electoral que sufrió el pasado 1 de julio, cuando buscaba la reelección como presidente municipal de Solidaridad, ha abierto el camino político de Cristina Torres en direcciones muy diversas.
La alcaldesa de Solidaridad es una de las políticas más cercanas al gobernador Carlos Joaquín, y se da por descontado que, de no aceptar la regiduría que le corresponde en el Ayuntamiento que presidirá Laura Beristain, participará de su gobierno.
Fuentes cercanas al gobernador admitieron que ya se le ha propuesta a la alcaldesa que se convierta en la titular de la Secretaria de Gobierno, después de octubre.
Esa versión incluye algo que Carlos Joaquín no ha reconocido aún: que se avecinan cambios profundos en su gobierno, luego de la derrota electoral del 1 de julio.
Eso, sin embargo, aún está por verse. No se ha escuchado ninguna autocrítica seria en el Gobierno por lo sucedido en la jornada electoral.
SEGOB Y LAS DUDAS
En el entorno de Cristina Torres creen que la posibilidad de ser la titular de Segob es interesante, pero choca con un problema fundamental, y tiene que ver con el poder de decisión que se le dará.
Uno de los principales problemas que ha tenido el actual titular de Segob, Francisco López Mena, ha sido la amplía facultad de operación política que han tenido otros actores, lo cual acota su margen de maniobra.
Al principio de la administración, el gobernador prácticamente atomizó la operación política en diversos actores. Por un lado López Mena, pero también le dio facultades amplias al entonces Jefe de Despacho del Gobernador, Miguel Ramón Martín Azueta, y a su asesor principal, Juan de la Luz Enríquez, entre otros con cuotas de operación más pequeñas pero no desdeñables.
Ese esquema de poder, cambiando algunos nombres, se ha mantenido. Y es un caos.
Ahí está la principal duda de la alcaldesa a la hora de pensar en asumir esa posición. Hay poderes en la sombra que no permiten el control de la operación política, lo que dificulta ese papel.
“Cristina no va a asumir ninguna posición que sea sólo decorativa”, explicó alguien que la conoce, “ella tiene que tener el control total de lo que le corresponda”.
Hasta ahora, Cristina Torres no ha dejado saber su opinión al respecto. Sólo se sabe que pretende terminar su administración en Solidaridad al 100 %, y cerrar todos los pendientes que pueda.
No ha dicho aún si pretende o no asumir como regidora.
En el entorno del gobernador Carlos Joaquín creen que esa no es la mejor opción.
Un operador del gobierno lo explica así: “Seria un error que se quede en el Cabildo. Hace falta gente como ella en el Gobierno del estado. Es de las pocas personas en el Frente que saben de qué se trata esto”.
En el oficialismo consideran que, más allá de la derrota electoral, la elección de Cristina Torres fue más que aceptable. Peleó voto a voto en el municipio en el cual el lopezobradorismo ha sido históricamente más fuerte.
En el Gobierno miran los números y aseguran que sólo perdió contra López Obrador, no contra Laura Beristain.
En un sector del oficialismo consideran, por ello, que ese activo político tiene que tener un papel central en la reconstrucción del “cambio”, que consideran inevitable y urgente.