Tiro Libre | Anwar Moguel
Novedades Chetumal
Se veía venir: el explosivo cóctel de fuerzas políticas y oscuros personajes que se mezclaron en Morena en Quintana Roo presentó sus primeras detonaciones de inmediato, sufriendo un daño severo en su imagen con apenas cuatro días gobernando los tres municipios más grandes de la entidad.
Para más mal que bien, esos tres ayuntamientos pintados de guinda gracias al impulso de Andrés Manuel López Obrador han acaparado la atención de todos los medios por el choque de las tribus que ya empiezan a identificarse con toda claridad dentro de las huestes morenas.
Reciclando la nociva práctica del canibalismo, endémica en la “izquierda” mexicana, las tribus morenas se han dado con todo colocando a los alcaldes Hernán Pastrana Pastrana (Chetumal), Laura Beristáin Navarrete (Playa del Carmen) y María Elena Lezama Espinosa (Cancún) en situaciones harto incómodas, toda proporción guardada entre ellos, pues algunos han sabido recibir mejor los golpes.
El más maltratado de los tres ha sido Hernán Pastrana, a quien el tiempo que permaneció alejado de la política dura y pura parece que mermó sus instintos, pues fue apabullado por una rebelión de los regidores de su partido liderados por la “pechista” Yensunni Martínez, síndica municipal.
A don Hernán le arrebataron los hilos del poder e incluso las personas que se veían más cercanas a él lo han dejado solo, mientras la ley de la selva impera en el municipio capitalino donde hasta el secretario general sacado de la chistera, Edwin Alejandro Rivera, está ganando más protagonismo que el propio alcalde.
En Playa del Carmen la tribu pechista también se lanzó a dentelladas contra Laura Beristáin, pero la alcaldesa, aguerrida como es, respondió en los mismos términos y devolvió golpe por golpe, obligando a una negociación donde intervinieron tanto altos mandos de Morena nacional como emisarios del gobierno estatal, logrando mantener no todas, pero si buena parte de las posiciones clave en su gobierno.
Sin embargo el nivel de escándalo que alcanzó el encontronazo en las primeras 48 de su gobierno fue suficiente para evidenciar las claras luchas por el poder entre morenos que han decepcionado a votantes y militantes por igual.
En Cancún, Mara Lezama tampoco está en un lecho de rosas. Si bien en la superficie las aguas de su gobierno se ven en calma, por debajo hay una lucha encarnizada y campal que involucra no solo a las facciones morenas, sino hasta grupúsculos del PRI, Verde, PAN y PRD.
Por si fuera poco la regañada pública que le pusieron los diputados federales de Morena Luis Alegre Salazar, Jesús Pool Moo y Patricia Palma Olvera, por su propuesta de cambiar el nombre del municipio de Benito Juárez a Cancún, dejó mal parada a la alcaldesa ante la opinión pública que ya la empieza a comparar, por estas ocurrencias triviales, ¡con su frívolo antecesor!