Opinión | Eduardo Backhoff Escudero
Acabo de leer en la Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados del 11 de octubre de 2018, Año XXI, No 5133-I, dos iniciativas relacionadas con la abrogación de la Reforma Educativa. La primera: Que reforma y deroga diversas disposiciones de la Ley General de Educación; y abroga las leyes General del Servicio Profesional Docente, y del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). La segunda: Reforma constitucional al artículo 3o. y al 73, que dejará sin efecto las reformas a la Ley General de Educación y derogará tanto la Ley del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación, como la Ley General del Servicio Profesional Docente. Ambas iniciativas propuestas por miembros del grupo parlamentario de MORENA, respectivamente, Irán Santiago Manuel y Martha Angélica Zamudio Macías.
A continuación, me propongo hacer una síntesis muy corta de los fundamentos que motivan ambas iniciativas. El planteamiento más general es el siguiente: “…se requiere replantear nuestra lucha político-sindical unida a una lucha contra las reformas educativas neoliberales y no permitir que las leyes sigan atentando contra los derechos laborales de los docentes.” Los argumentos específicos para derogar la reforma educativa (RE) son los siguientes:
1.Se ignoró la realidad nacional, económica, social y cultural del país. La RE se hizo con un total desconocimiento, sin consultar a especialistas, maestros y padres de familia. Se despreció a los expertos en materia educativa, especialmente a los docentes.
2.La RE no propone soluciones a los verdaderos problemas educativos del país, por lo que no sirve de nada.
3.La RE trajo incertidumbre y caos, miedo y terror, demagogia, pobreza y desesperanza, nada se ha escatimado para recolonizar a México, para proceder a una ocupación integral de sus territorios, sus bienes comunes y su fuerza de trabajo. El gobierno se ha subordinado a los poderes económicos nacionales e internacionales.
4.Las autoridades se sometieron a los intereses de empresarios y a parámetros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Con ello se culmina la entrega de la rectoría de la educación a trasnacionales y a sus órganos de planificación mundial.
5.El caos y la catástrofe humanitaria son una construcción deliberada del poder estatal mexicano y de las corporaciones empresariales, para desmantelar las bases materiales y culturales de la nación y el Estado mexicano. La educación se transforma en un espacio de negocios para las corporaciones empresariales que se agrupan en torno a “Mexicanos Primero”, en una fuente de negocios y de aprovisionamiento de personal.
6.Su proyecto educativo alimenta la desigualdad y el fracaso escolar de las mayorías, porque quieren fuerza de trabajo barata y dócil. La necesitan para alimentar sus empresas con trabajadores precarizados, la requieren en el tráfico y en la delincuencia.
Además de estos puntos, las iniciativas mencionan que la RE: es administrativa y antilaboral; busca controlar políticamente a los docentes; ha provocado despidos masivos; culpa a los maestros del deterioro educativo; desprestigia a los docentes; ataca la permanencia en el empleo; está contra la gratuidad de la educación; es inconstitucional, pues atenta contra los derechos laborales de los docentes; no busca la calidad de la educación; y, le dedica solo el 4% del PIB a la educación y no el 8%, que recomienda la ONU.
En principio, debo de decir que me sorprenden las afirmaciones de MORENA. Es entendible que difieran de la RE, ya que parten de una postura obviamente sindicalista (“nuestra lucha político-sindical”), que busca proteger fundamentalmente los intereses del gremio y sus conquistas laborales, y que sea una reforma que para ellos amenace la estabilidad laboral. Pero me parece un exceso creer que la RE se diseñó con una visión maquiavélica, cuyo propósito fue castigar y denostar al maestro, privatizar la educación pública, educar para formar mano de obra barata y favorecer a las compañías trasnacionales, y vender al país a las fuerzas del capitalismo mundial para formar ejércitos de traficantes y de delincuentes. Todo esto se afirma categóricamente sin mostrar una sola evidencia, ni un dato.
Este discurso morenista me recuerda las consignas comunistas de mediados del siglo pasado, que pregonaban la lucha en contra del capitalismo despiadado (mundial y nacional) y de la propiedad privada, y que veían como única salida una revolución armada clandestina. Me pregunto: ¿de verdad los diputados de MORENA se creen estos argumentos? Más me sorprende aún que, en los argumentos para abrogar la RE, estén ausentes los niños y jóvenes del país (o al menos no tengan la presencia que se merecen), así como su derecho (por ahora constitucional) de recibir una educación que les garantice aprender lo indispensable para poder aspirar a tener una vida digna como seres humanos y a contribuir como ciudadanos a lograr un México más próspero, justo y democrático.
El autor es presidente del Consejo Directivo de Métrica Educativa A.C. y ex presidente de la Junta de Gobierno del INEE