Tiro Libre
Anwar Moguel
Novedades Quintana Roo
Para bien o para mal, en México estamos viviendo un momento histórico, inédito en nuestra democracia, cuyas repercusiones y consecuencias aún son inciertas. Por primera vez en décadas un presidente de la República, que concentra en los hechos casi todos los hilos del poder del país, está abiertamente enfrentado con un grupo importante de gobernadores que han emprendido una guerra política dando golpe por golpe amenazando incluso con retirar a sus estados del pacto federal establecido desde 1824 y con fórmulas de reparto fiscal que datan, algunas de ellas, de 1847.
Más allá del debate jurídico de si es o no posible que los estados -en teoría soberanos- puedan romper el pacto, la dura postura asumida por los gobernadores agrupados en la “Alianza Federalista” que están exigiendo, con números en la mano, un mejor trato en el reparto de recursos del gobierno federal, obligará al presidente Andrés Manuel López Obrador a hacer lo que no quiere: sentarse en la mesa a negociar con quienes considera sus adversarios.
Y es que el tema está creciendo como bola de nieve y no podrá ser soslayado. La propia investidura presidencial se ve mancillada por la negativa de AMLO a reunirse con los gobernadores porque, en su visión, lo único que buscan es sacar provecho “electoral” del tema.
¡Por supuesto que eso están buscando los gobernadores!, a fin de cuentas de eso se trata el ejercicio político, pero lo que no está midiendo el presidente es que en esos estados en particular, su figura no es tan popular como en el sur del país, Morena no tiene tanto peso como “marca” partidista y el discurso de los gobernadores SI lleva el sentir y deseo de buena parte de sus ciudadanos.
Conscientes de ello, los integrantes de la Alianza Federalista harán uso de una de las armas favoritas del propio López Obrador: la consulta pública, para llevar el tema a nivel de los ciudadanos lo que sin ninguna duda impactará de lleno en el tema electoral de 2021.
En los ensayitos de consulta que los gobers rebeldes han lanzado en Twitter y en eventos públicos, el respaldo a la exigencia de renegociar el pacto federal ha sido abrumador.
Esta respuesta de la ciudadanía debe llevar al presidente a reconsiderar su postura y negociar, al menos si pretende conservar el control del Congreso de la Unión en 2021.
¿Y Quintana Roo? Bueno, no forma parte de la alianza federalista, pero sí hay un reclamo permanente de mayor justicia entre lo que se aporta y lo que se regresa al estado. El gobernador Carlos Joaquín ha sido incisivo en el tema, sin caer en la confrontación abierta con el presidente.
Pero el escenario es positivo para el estado, ya que si la alianza logra la renegociación del pacto federal, esta deberá incluir a los 32 estados y uno de los que más argumentos tiene para recibir un incremento de sus participaciones es el nuestro por su fortaleza turística y las divisas que capta año con año.