Chetumal, 6 de septiembre
Anwar Moguel | Tirititito
Siguiendo los pasos de su mentor, el ex gobernador Félix González Canto, la presidenta municipal de Puerto Morelos, Laura Fernández Piña, metió este miércoles una solicitud ante el Congreso local para que le autoricen obtener empréstitos bancarios por 20 millones 400 mil pesos, con el pretexto de invertir en obra pública productiva.
En la sesión de este miércoles en el Congreso local se dio lectura a la iniciativa de decreto para autorizar este endeudamiento para el municipio de Puerto Morelos, que sin cumplir aún los dos años de nacido ya tendrá una pesada lápida financiera encima.
La alcaldesa del Partido Verde, pero egresada del PRI, argumentó que este crédito no será tipificado como deuda debido a que, según ella, será pagado antes de que termine su administración municipal, lo que es ilógico pues se trata de un periodo recortado y, en el muy probable caso de no ser reelecta en el cargo, su periodo de gobierno culminará el próximo año.
También explicó que los poco más de 20 millones de pesos serán destinados a la reparación de calles por los trabajos que se harán para cambiar el cableado del alumbrado público de externo a subterráneo en conjunto con la CFE.
Esos argumentos pocos se los tragan. Lo que es un hecho, es que Laura Fernández Piña se colgará la medalla de la “endeudadora más rápida del Caribe”, ya que las alcaldías de Bacalar y Tulum no adquirieron deuda en sus primeras administraciones gubernamentales, mientras que a la alcaldesa le tomó menos de un año en el cargo echarse una carga para pagar en abonos chiquitos.
Vaya, ni siquiera municipios que heredaron serios problemas financieros como Cozumel y Othón P. Blanco se han solicitado empréstitos de esta envergadura, por lo que no se comprende que en un municipio recién nacido, con finanzas sanas y una economía pujante, se tenga que recurrir a estas medidas tan criticadas por la sociedad.
Por lo visto, Laura Fernández se grabó bien las lecciones aprendidas con Félix y Borge para hacer crecer la deuda pública y ahora las aplica al pie de la letra en su municipio, por cierto, en la víspera del arranque formal del proceso electoral.