Mesa Chica | Hugo Martoccia
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Los últimos días de Laura Beristain han sido los peores de su muy accidentada administración. La alcaldesa de Solidaridad no sólo se quedó sin el control de la seguridad pública, convertido ese casi ya en un tema menor, sino que se vio políticamente mucho más sola de lo que se había imaginado. Esa soledad es el peor escenario político para estar enfrentada con un gobernador.
No se trata sólo de una percepción; son hechos reales. Por ejemplo, el intrincado universo político de MORENA, que es muy extenso, la ha dejado afuera de sus variados límites. No hubo ninguna expresión política y ni un solo dirigente de peso nacional, y tampoco un legislador federal o un candidato, que la respaldara en esta crisis.
También tiene problemas institucionales muy importantes. En el Cabildo de Solidaridad son varios los regidores que han empezado a hacer consultas sobre el futuro inmediato. ¿Que será de ellos, se preguntan? Debe decirse con todas las letras: en este momento, todas las opciones están en la mesa, hasta la desaparición de poderes.
En el entorno de la alcaldesa aseguran que en las próximas horas recibirá un apoyo público que borrará cualquier riesgo de ingobernabilidad o intento de “golpe de estado” en el municipio. Dicen que el titular de Seguridad Pública Federal, Alfonso Durazo, la apoya. Y que el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador estudia a fondo el tema antes de dar un pronunciamiento público.
Puede suceder eso, y quizá su situación política mejore. Pero el problema de Laura Beristain quizá sea más grave. No es sólo no haber entregado la seguridad al Mando Único estatal, lo que le valió un duro enfrentamiento con el gobernador Carlos Joaquín, sino ser incapaz o permisiva (y, según sea una u otra de esas opciones, será su futuro) con un crecimiento exponencial de la violencia y la presencia del crimen organizado en Playa del Carmen.
El asesinato del periodista Francisco Romero, sucedido en la mañana del jueves, le sumó gravedad al tema. La Fiscalía General del Estado anunció que están abiertas todas las líneas de investigación. Una de esas líneas incluye un par de videos en los cuales el propio periodista culpaba a Laura Beristain de todo lo que pudiera sucederle.
Los hechos sucedieron, y la Fiscalía no puede hacer menos que investigar. No se puede descartar, por supuesto, que no encuentre nada. Pero cualquier prueba que pudiera encontrar sería simplemente devastador para el futuro político de la alcaldesa.
EL VACÍO POLÍTICO
Mas allá de lo que pudiera suceder en las próximas horas, si se hace o no público algún tipo de apoyo a Laura Beristain por parte de MORENA o la Federación, lo cierto es que en seis días de crisis no ha habido ninguna señal a favor de la alcaldesa. Y eso es muy extraño.
Hay algunos hechos concretos que dicen mucho de esa situación. Desde el mismo martes, cuando el Gobierno estatal emitió el decreto para tomar el mando de la seguridad publica municipal, la senadora morenista Marybel Villegas, una de las principales aliadas de la alcaldesa, tanteó la posibilidad de subir al Pleno del Senado un Punto de Acuerdo sobre el tema. Como se ve, hasta hoy, no logró apoyo en las mas altas esferas de la Cámara.
Más extraño fue su silencio posterior. Marybel ha sido la más férrea opositora a Carlos Joaquín, y sin embargo no encontró nada que decir en el que quizá sea el acto más polémico de su gobierno.
La senadora estuvo el viernes en Cozumel, defendiendo un Parque Nacional, y el sábado en la campaña de los candidatos del lopezobradorismo en los distritos 1, Edgar Gasca, y 6, Ericka Castillo. Esos candidatos son sus aliados. Como lo es, o lo era, Laura Beristain.
También llamó la atención la absoluta ausencia de algún dirigente nacional de MORENA. El delegado estatal, Ricardo Velazco, ha sido el único apoyo partidario para la alcaldesa. La dirigente nacional del partido, la aguerrida Yeidckol Polevnsky, literalmente ha brillado por su ausencia.
En el entorno de Laura dicen que ha habido comunicación constante con una parte del Comité Ejecutivo Nacional, que la ha instruido a seguir la vía legal para recuperar su policía. Parece un buen consejo, si no fuera impracticable.
El apoderado legal del Ayuntamiento, el síndico Omar Sánchez Cutis, es quien debiera firmar una controversia constitucional ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Pero ya ha dicho que no lo hará. El Cabildo puede reunirse y quitarle esa facultad al síndico, el problema es que Laura no junta los votos para hacerlo.
Esa es la realidad institucional de la alcaldesa, que el CEN de MORENA no puede desconocer. Un sector del partido cree que a Laura sólo le están dando un respaldo de palabra, que no pasará de allí.
La alcaldesa ondea la bandera de que en el fondo se trata sólo de un tema electoral; de que ella está pagando el precio de haber ganado la elección en la tierra política de Carlos Joaquín. Hasta ahora, esa versión no ha logrado instalarse más allá de su propia gente.
EL VACÍO INSTITUCIONAL
En las últimas horas, algunos regidores de oposición en el Cabildo de Solidaridad fueron consultados sobre diversas opciones. Una de ellas, las más drástica, es la desaparición de poderes.
De manera más o menos unánime se considera que los conflictos políticos y el tema del Mando Único no son suficiente para tomar una decisión de ese calibre. Distinto sería si se encuentra alguna prueba de un delito grave, o vinculaciones comprometedoras de la alcaldesa y de su entorno.
Aun así, el análisis del tema es complejo, porque cualquier decisión drástica que se tome requerirá de una explícita aprobación de Lopez Obrador. Nadie se imagina al Presidente de México, y menos a este Presidente, observar sin reacción cómo le arrebatan por las malas un municipio propio. También debe decirse, por supuesto, que el Presidente tiene información que nadie mas tiene para tomar decisiones.
Los próximos días serán fundamentales para saber cómo termina este conflicto. Si un sólido respaldo de MORENA hacia Laura Beristain aparece, las cosas podrían calmarse por un tiempo. En el camino, habrá una elección donde el lopezobradorismo podría no sólo consolidar su hegemonía en votos, sino lograr una mayoría legislativa. En ese caso, será muy difícil avanzar políticamente sobre el Gobierno de Laura Beristain.
Pero si ese apoyo no sucede, la continuidad natural de los acontecimientos pondrá la situación en un lugar mucho mas complejo.
Solidaridad es hoy el escenario de la antigua batalla entre los grupos políticos que han dominado la escena en los últimos años en Quintana Roo. Laura Beristain es una débil barcaza sin rumbo en ese mar de aguas tormentosas. Su destino se debate entre la salvación de llegar a la costa, o el inevitable naufragio.