Uno por Uno | Ángel Ramírez Hernández
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Hoy en la mañana, el equipo de redacción de Payo Obispo News, quedamos sorprendidos, incrédulos, al presenciar una escena que de entrada no debiera acontecer, luego de abrir la puerta y recorrer nuestra oficina, nos percatamos que todas las gavetas de nuestros gabinetes, estaban abiertas y salidas, incluida la puerta del frigo bar, algunos documentos se veían revisados, así como objetos removidos de su sitio, lo extraño es que, al parecer y a simple vista, no falta nada, las cámaras de video y fotográficas, incluidos accesorios permanecían en el sitio, aunque no en su lugar. Otra cosa aún más rara, es que no hay huellas de zapatos o dactilares en pisos o muebles, a pesar de que ha estado lloviendo desde la madrugada.
Con esta revisión pulcra, sigilosa y cobarde a nuestra oficina, alguien nos está dejando un aviso, que no solo nos ve, nos vigila, nos interviene, sino que ahora, está sentado en nuestras sillas, observando cada paso que hacemos desde afuera y desde el interior. Tenemos 33 años en el Periodismo, 23 en Chetumal, ciudad a la que llegue trabajando para Noticieros Televisa, los últimos dos años, dedicados a construir nuestro Portal de Noticias, Payo Obispo News y colaborando con Milenio Tv, y les puedo decir que es la primera vez que esta expresión indigna sucede, por lo menos, que nos damos cuenta, a la mejor ha habido otras inspecciones “fantasmas”; pero no nos hemos dado por enterados. Lo cierto es que hay alguien que no ha entendido el discurso y el planteamiento hecho por el Gobernador del Estado, Carlos Joaquín González, que en Quintana Roo hay plena Libertad de Expresión, entendemos que nuestra pluma, por convicción y cánones periodísticos, nunca ha sido cómoda a los funcionarios, siempre he ejercido mi libertad, sin caer en el libertinaje, la ofensa y mucho menos la calumnia, de eso hay constancia. Habrá muchos que no están de acuerdo con mis opiniones en la Columna Uno por Uno, difundida en las Redes Sociales desde mi Portal de Noticias; esto como reflejo del mal actuar del o los aludidos, en el desempeño de la función pública, y no como una actitud visceral por parte de quien esto escribe, siempre directo, nunca involucro a las familias, pues es un núcleo, que respeto y defiendo.
Esta “amenaza”, porque así la tomo, la intromisión a mi oficina, a mi privacidad, que pone en riesgo a mi familia, no habrá de atemorizarme, ni desistir con los señalamientos de quienes hoy tratan de callarnos, seguiremos trabajando como siempre, de la misma forma que me he venido desempeñando desde 1984 en que inicie mi trabajo periodístico, de convicción y formación. Habrá sin duda, quienes tomen con seriedad nuestro denuncia y pronunciamiento, otros no, allá ellos y sus conciencias. Por un Periodismo Siempre Libre y Respetado.