Tiro Libre | Anwar Moguel
Tomando ventaja de la falta de experiencia y colmillo de la alcaldesa María Elena Hermelinda Lezama Espinoza, el secretario general de ese Ayuntamiento de extracción perredista, Jorge Aguilar Osorio, tiene en la mano los nombres de dos allegados a los que pretende nombrar en breve como director y subdirector de El Torito de Cancún, saboreando por anticipado los jugosos ingresos por fianzas, multas y “mordidas”.
La jugarreta del “Topo” Aguilar Osorio ha empezado a filtrarse como un goteo en las redes sociales, donde fuentes bien enteradas del asunto afirman que el secretario general cancunense impondrá como director de ese centro de detención temporal a Juan Carlos Iza Badia, y como subdirector a Arnoldo Nicolás Bringas Villicaña, quien por cierto ya fue titular de El Torito en el trienio de Julián Ricalde Magaña. ¿Ya va viendo, estimado lector, por dónde va la cosa?
Pero resulta que las fichitas del “Topo” arrastran algunas irregularidades que, de concretarse su nombramiento como se espera que suceda muy muy pronto, golpearían duro la imagen del gobierno de la locutora Mara Lezama.
Y es que Juan Carlos Iza Badia, quien se describe a sí mismo en su perfil profesional de Linkedin como “Profesional experto en Mercadotecnia y Ventas de Bienes Raíces” y quien fungiera como director de la cárcel de Cancún en el periodo de Ignacio “Chacho” García Zalvidea (puesto en el que tejió relaciones de trabajo y complicidad con Arnoldo Bringas), aparece en una lista reciente de apoyos ¡a personas de escasos recursos económicos!
El candidato de Jorge Aguilar para “El Torito” está en la lista de apoyos del último trimestre (julio, agosto y septiembre de 2018) de la exregidora Reyna Arelly Durán Ovando cobrando un monto de mil 194 pesos.
La cantidad es ridícula, como ridículo es que un ex funcionario, empresario y conocido personaje reciba dinero público haciéndose pasar por una persona de bajos recursos económicos.
Por su parte Arnoldo Bringas, quien dicen los que saben es el que de verdad mueve los hilos y quien enseñó a Iza Badia los entresijos del negocio carcelario, tiene tremenda tacha en su historial como director de El Torito, puesto que bajo su mando ocurrió una violación grupal a un joven en marzo de 2013, a meses de finalizar el gobierno ricaldista.
Esos antecedentes bastan para poner en tela de juicio su nombramiento, lo que por supuesto no interesa a Jorge Aguilar cuyo deseo es tener a hombres de su confianza en el deseado Torito para fortalecer sus ambicione$$$ políticas.