Anwar Moguel
Un inconcebible “sincericidio” cometió la presidenta municipal y candidata a la reelección en Solidaridad por el PAN-PRI, Lili Campos Miranda, durante su conferencia de los lunes en la que reconoció que ¡no tiene ninguna propuesta firme para el municipio!, con el fatuo argumento de que sigue “escuchando a la ciudadanía” para definir un plan de gobierno.
Tal declaración retrata de cuerpo entero a la alcaldesa playense, quien llegó a esa posición por impulso y capricho del ex gobernador Carlos Joaquín González, su creador y padrino político, pues simplemente no se entiende que una candidata, que a la par es presidenta municipal en funciones, apenas esté en proceso de “escuchar” a los ciudadanos. La pregunta obligada entonces es: ¿acaso nunca los escuchó en los dos años y siete meses que lleva en el cargo?
A pregunta expresa de una reportera que, cumpliendo con su trabajo informativo le hizo la pregunta obligada para cualquier candidato: ¿cuáles son sus propuestas?, esta fue la respuesta textual que dio la panista:
“Sobre las propuestas de campaña, toda la próxima semana estaremos dándoles las propuestas de campaña, por lo cual les pido esten atentos… por lo que refiere a esta semana seguimos escuchando la ciudadanía para que las propuestas de campaña no sean decisión propia o decisión de un equipo, estas propuestas de campaña sean de lo que vengo escuchando de cada mujer, hombre o niño, de los adultos mayores, de las personas con discapacidad, es decir, estamos escuchando a cada solidarense y voy tomando nota, y estoy revisando para que las propuestas de campaña sean de solidarenses para solidarenses. Concluyo la siguiente semana con la recopilación para tener propuestas certeras efectivas para que los solidarenses estén escuchando su voz”.
El mensaje entonces, quitando la paja y la demagogia, es: no tengo nada que presentarles, no tengo ninguna propuesta y apenas estamos viendo qué hacer. ¡Qué barbaridad!
Tal respuesta puede esperarse de un novato, o de una candidata o candidato que por primera vez recorre las calles, o quizá en alguno que hayan colocado en la candidatura nada más para rellenar la boleta, pero jamás de una alcaldesa en funciones, que se supondría conoce al dedillo las necesidades del municipio, sabe que falta para apuntalar la administración, tiene claro lo que quiere alcanzar y tiene el contacto permanente con los ciudadanos.
Queda claro, pues, que doña Lilí Campos no tiene un proyecto de trabajo en marcha que presumir y que, por ello, sus conferencias se han convertido en una plataforma de ataque a su adversaria -Estefanía Mercado, quien sigue creciendo y sumando respaldos en esta campaña- y de victimización permanente, gritando a los cuatro vientos que le hacen “guerra sucia” mientras sus manos están manchadas del lodo que avienta para todos lados.
Y de eso, los playenses ya tomaron nota para el próximo 2 de junio. Al tiempo.