Campo Minado | Anwar Moguel
En un anuncio reciente que refleja los resultados de la buena relación del gobierno estatal que encabeza Mara Lezama Espinosa con los representantes de Estados Unidos -nuestro principal mercado turístico- en nuestro país, el Departamento de Estado del vecino país ha actualizado sus alertas de viaje para México, eliminando de los “warnings” la alerta por secuestro en Quintana Roo emitida desde el año 2022.
Esta noticia ha sido recibida con entusiasmo por parte de la industria turística y los residentes locales, ya que demuestra un avance significativo en la percepción de seguridad en la región a nivel internacional y, en consecuencia, un impulso positivo para la economía local.
Hasta hace poco, Quintana Roo había estado bajo la sombra de esta alerta de seguridad emitida por el gobierno de Estados Unidos, generando una justificada preocupación en la industria turística por la posible afectación al flujo de visitantes extranjeros, en particular, los provenientes de Estados Unidos. Sin embargo, esta reciente actualización ha traído buenas nuevas, ya que Quintana Roo se mantiene en el Nivel 2 de alerta, indicando un riesgo moderado, y lo que es aún más alentador, se ha retirado la alerta por secuestro.
El asunto no es menor, ya que la importancia del turismo estadounidense para Quintana Roo es innegable. La región, hogar de destinos turísticos emblemáticos como Cancún, Playa del Carmen, Tulum y la Riviera Maya, ha dependido históricamente en gran medida de los visitantes provenientes de los Estados Unidos. Estos turistas contribuyen de manera significativa a la economía local, generando empleos, estimulando la inversión en infraestructura y servicios, y aportando a los ingresos del gobierno a través de impuestos y tarifas, ingresos que ahora en la visión de gobierno de Mara Lezama se dirigen principalmente a atender las necesidades de la sociedad más vulnerable.
El retiro de alertas de viaje por parte de gobiernos extranjeros, especialmente uno tan influyente como el de los Estados Unidos, tiene un impacto profundo en la toma de decisiones de los viajeros. Cuando se emite una alerta de seguridad, la percepción de riesgo aumenta y muchos turistas pueden optar por cambiar sus destinos de viaje o incluso cancelar sus planes por completo. Esto puede tener un efecto dominó en la economía local, ya que los hoteles, restaurantes, operadores turísticos y otros negocios relacionados experimentan una disminución en la demanda.
Por otro lado, cuando una alerta de seguridad es retirada, como ha sucedido en este caso, se envía un mensaje positivo sobre la mejora de las condiciones de seguridad en la región. Esto no solo genera confianza en los viajeros que tenían dudas sobre visitar el destino, sino que también atrae la atención de nuevos posibles visitantes que estaban esperando señales de seguridad. El resultado es un aumento en la afluencia de turistas, una mayor ocupación hotelera y un aumento en los ingresos para las empresas locales.
Es importante destacar que las acciones del Departamento de Estado de los Estados Unidos están respaldadas por análisis y evaluaciones de seguridad en la región. El retiro de la alerta por secuestro no solo refleja una mejora real en las condiciones de seguridad, sino que también reconoce los esfuerzos del gobierno y las autoridades locales para abordar cualquier problema subyacente, además de que retribuye los esfuerzos de la gobernadora que mantiene una excelente relación con la cónsul regional, Dorothy Ngutter, y con el embajador en México, Ken Salazar, con quienes ha estado reuniéndose de manera periódica.
EL FIN DE LA DANZA DE LAS CORCHOLATAS
El próximo domingo 28 de agosto finaliza el proceso interno que definirá la candidata o candidato a suceder a AMLO en el poder. Todo indica que no habrá sorpresas y que, pese a los jaloneos y estridencias, nadie se moverá del proyecto. Como dijo alguna vez uno de los participantes en esta contienda, el resultado “huele a perfume de mujer”.