Tiro Libre | Anwar Moguel
A nueve meses del arranque de su administración y demostrando que, tal como ha expresado en varias ocasiones, la recuperación de la paz y la seguridad está en lo más alto de sus prioridades, la gobernadora Mara Lezama, sin titubeos removió al fiscal heredado por Carlos Joaquín, Óscar Montes de Oca, y al secretario de Seguridad Ciudadana, Rubén Oyarvide Pedrero, al no brindar los resultados deseados en el tiempo que estuvieron al frente de las tareas de seguridad.
El cambio de rumbo era obligado y exigido por la ciudadanía. La contundente acción de la gobernadora evidencia que tiene el pulso de la temperatura social de primera mano, gracias a que se mantiene cerca de la gente y a ras de piso, así como su empatía a las madres, padres y familias quintanarroenses que han sufrido en carne propia la tragedia de este flagelo.
Mara Lezama tiene claro, además, que el tiempo es un activo limitado en su gobierno y por ello la tolerancia a los funcionarios que no den resultados, que no sean eficientes, que no marchen al ritmo marcado por ella, es mínima. No se pueden lograr cambios significativos con gente sin compromiso.
De allí surge la determinación de abordar los desafíos actuales y fortalecer las instituciones encargadas de salvaguardar la paz y el bienestar de la comunidad. La tarea no es nada fácil, pues los nuevos titulares de la Fiscalía y de la SSC tendrán la responsabilidad de liderar los esfuerzos para combatir el crimen, fortalecer la procuración de justicia y sobre todo garantizar la seguridad de los quintanarroenses y de los millones de turistas que nos visitan.
En lugar de Rubén Oyarvide fue colocado el capitán de navío Julio César Gómez Torres, y en la Fiscalía fue nombrado como interino el ex delegado de la FGR en Quintana Roo, Raciel López Salazar.
El objetivo de estos relevos es colocar liderazgos competentes y comprometidos para mejorar las capacidades y recursos para investigar delitos, procesar a los responsables y garantizar la aplicación de la ley de manera justa y equitativa, así como mejorar la coordinación entre las distintas fuerzas del orden y fortalecer las estrategias de prevención del delito.
La mandataria les puso las cartas sobre la mesa a los nuevos mandos, de los que espera que aporten su experiencia en seguridad para implementar un enfoque integral para abordar los problemas de criminalidad, la lucha contra el narcotráfico y la protección de los derechos ciudadanos.
Esa es la misión; o dan resultados, o correrán el mismo destino que sus antecesores.
BARBAS EN REMOJO
La onda de choque de la caída simultánea de Montes de Oca y Oyarvide pegó duro en el círculo de colaboradores de Mara Lezama, pues varios de ellos andan dormitando en sus oficinas.
El mensaje recibido fue claro: o se ponen a trabajar por el proyecto, o serán bajados del barco, y el tiempo de gracia ya se agotó.
Al buen entendedor…
