Tiro Libre | Anwar Moguel
El conocido cuento tradicional mexicano “El hombre y la culebra” narra la historia de un peligroso reptil que quedó atrapado debajo de un tronco, y que tras ser rescatado por un hombre con buenas intenciones pretendía devorarlo, pues aseguraba que la regla de la vida era que el bien que se hace con el mal se paga.
Pues bueno, como la culebra del cuento, la dirigente de la Asociación de Hoteles del Centro y Sur del Estado, Bertha Medina Núñez de Cáceres, mostró los colmillos contra el Ayuntamiento capitalino que preside Yensunni Martínez Hernández, al asumir una postura de completa cerrazón para el cobro en el municipio del impuesto de saneamiento ambiental, que ya está contemplado en la ley aprobado desde el 2020.
La absurda negativa de Bertha Medina, apoyada en su cruzada contra este impuesto tan necesario para la capital por la regidora del PAN, Cynthia Millán Estrella, no se entiende, sobre todo después de que la alcaldesa Yensunni Martínez le ha tendido la mano al sector hotelero comprometiéndose incluso a meterle a la promoción turística del sur si el Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo (CPTQ) sigue ignorando a nuestros destinos, sin destinar un solo peso para promocionarlos.
Hace apenas una semana se dio el encuentro entre Yensunni y la líder de los hoteleros, lo cual puede consultar en este enlace: http://www.politicaqr.com/…/ante-quejas-de-empresarios…/
Sin embargo, el apoyo y el interés de trabajar en equipo no es recíproco. Ante la intención del Ayuntamiento de empezar a cobrar este impuesto que representa un cobro de 50 pesos por habitación ocupada por noche, con cargo a los visitantes y turistas extranjeros, Bertha Medina no ha querido escuchar razones y se lanzó por el no rotundo, pese a que conoce a la perfección las necesidades tan urgentes del municipio en materia de saneamiento ambiental.
Pero no es la única, a este sabotaje al municipio capitalino se unió la regidora blanquiazul Cynthia Millán, quien se quejó de este cobro y dijo que la postura de su bancada es en contra.
Se le olvida que la “bancada” del PAN es ella sola, pues no hay más regidores de su partido tras la renuncia de Ortiz Cardín, mientras que los demás integrantes del Cabildo tienen claro que no es un impuesto que afecte al turismo que llega a la capital, por lo que han manifestado su respaldo.
Deberían Bertha Medina y Cinthya Millán leer el final del cuento tradicional, porque la culebra, al final de todo, quedó una vez más debajo del tronco, en la misma triste situación en la que empezó. Karma, le dicen.
