Opinión

Peligran las alianzas rumbo al 2021

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Tiro Libre

Anwar Moguel
Novedades Quintana Roo

Aunque en el presupuesto político para las contiendas venideras de 2021 y 2022 en Quintana Roo se contemplan desde ya dos “mega” coaliciones, una encabezada por Morena con sus aliados del PT y Verde, y otra liderada por el PAN e integrada por el PRD, PRI y algunos partiditos locales, existen claras amenazas internas y externas que podrían dinamitar la negociaciones, como ya ocurrió en San Luis Potosí y Nuevo León, por mencionar los casos más recientes.

En San Luis Potosí, Morena le hizo fuchi al Partido Verde quien pedía mano para poner a su candidato a la gubernatura, el diputado federal Ricardo Gallardo Cardona, pero no se lo concedieron y los echaron de la coalición. Ahora, el Partido Verde ya advirtió que competirá solo con su popular candidato, lo que sin duda perjudicará directamente a los guindas.

Antes, en Coahuila e Hidalgo Morena tampoco quiso repartir el pastel con sus aliados y esto se tradujo en sendas derrotas ante el PRI, que mantuvo su mayoría en esas entidades.

El hecho es que, como ya se ha comentado, una facción de Morena simplemente no quieren nada de nada con el Verde por haber formado parte en el reciente pasado de la “mafia del poder”, lo que ha complicado los pactos para mantener las alianzas en los estados.

Ante ese escenario, en Quintana Roo el líder del PVEM, José de la Peña Ruiz de Chávez, manifestó su confianza en que al menos aquí, no se romperá la alianza, asegurando que presentarán a los mandamases morenos los elementos suficientes para darles la certeza que los necesitan y que sería un error no ir de la mano a las elecciones en puerta.

Pero en el patio de enfrente las cosas también andan calientitas, ya que si bien hasta el momento parece que los acuerdos entre el PAN y PRD, partidos oficiales en el estado, y su antiguo enemigo, el PRI, parecen ir viento en popa, todo podría cambiar si el trato no es avalado desde las cúpulas nacionales.

El botón de muestra está en Nuevo León, donde el PRD se dio la voltereta y abandonó al PAN, lanzándose a los brazos del Tricolor y acusando a los blanquiazules de gandallismo en el reparto de posiciones.

Coyunturalmente, algunas tribus de las que aún quedan en el Sol Azteca quintanarroense ya empezaron a alzar la voz exigiendo un “mejor trato” en el acuerdo para la megacoalición local, asegurando que se ha ninguneado a los perredistas locales.

Por otra parte, aunque los actuales dirigentes del PRI, Candy Ayuso y José Alberto Alonso, tienen la mejor de las relaciones con el gobernador Carlos Joaquín y están haciendo todo lo necesario para alinearse a los intereses de la alianza “oficialista”, hay que recordar que no se mandan solos y será la dirigencia nacional quien lleve la última palabra.

Y mientras el acuerdo no esté firmado y las coaliciones oficializadas, todo puede pasar.

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