Tiro Libre | Anwar Moguel
Con una estrategia de autopromoción agresiva y descarada, el empresario de origen chiapaneco, Alfredo Kanter Culebro, quien aterrizó en Quintana Roo apenas el año pasado, fue el primero en destaparse como candidato a la dirigencia estatal del partido Morena, lo que ha causado retortijones a los militantes de base quintanarroenses que siguen viendo como los arribistas inundan el partido que fundaron con mucho esfuerzo y trabajo.
Alfredo Kanter, constructor consentido por varios gobiernos del estado de Chiapas, se presume como muuuuuy cercano al presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque en 2018 esa cercanía no le sirvió mucho para lograr ser el candidato a gobernador en Chiapas, posición que peleó con uñas y dientes.
Tras su fracaso político en aquella entidad, se mudó a Quintana Roo con el aval e invitación de algunos encumbrados miembros de Morena a nivel nacional, donde vio tierra fértil para su proyecto personal gracias al caos que impera en el partido lopezobradorista.
Kanter -adinerado y amigo de otros acaudalados señores, cómo el empresario favorito de la 4T, Ricardo Salinas Pliego- de inmediato se dio a la tarea de empezar a conformar su “estructura” creando la Asociación Civil “Leona Vicario” que en tan solo un año de funciones tiene presencia en los 11 municipios.
Y ahora, cuando las dirigencias nacional y estatal de Morena están en disputa, empezó a tapizar de pintas, posters, y banners en redes sociales su nombre e imagen como “aspirante” a la dirigencia del partido en Quintana Roo, cuando no tiene el menor merecimiento ni goza del respaldo de los militantes morenos quintanarroenses.
Además, está apoyando al candidato a dirigente nacional Alejandro Rojas Díaz Durán, quien no sale muy bien posicionado en las encuestas pero comanda una pequeña tribu dentro de las huestes guindas.
La irrupción de Kanter Culebro en la política del patio no ha sido bien recibida. Con toda razón, los morenos quintanarroenses lo perciben como un intruso que viene a intentar arrebatar espacios políticos que le corresponden a quienes aquí tienen su vida y sus intereses.
Sin embargo al chiapaneco poco le importa el cisma que está provocando. A golpe de billete y utilizando sus “contactos” en la cúpula política nacional, está decidido a pelear por el liderazgo de Morena, para desde allí -por favor, no se ría- buscar la candidatura a la gubernatura en 2022.