Tiro Libre
Anwar Moguel
No hubo error: tal como se anticipó, las cuestionables decisiones de aumentar impuestos y otros cobros a los yucatecos, y el mediático encontronazo con tintes represivos entre manifestantes y la policía estatal en Mérida durante el Primer Informe de Gobierno de Mauricio Vila Dosal, provocó una caída pronunciada en la popularidad del gobernante, que se reflejó en la más reciente encuesta de Arias Consultores que mide periódicamente la aprobación de los 32 gobernadores del país.
Mauricio Vila, quien con un control férreo de los medios de comunicación en su estado logró apuntalar una imagen positiva para su gobierno en el primer año, razón por la que comúnmente aparecía en los primeros lugares de aprobación en las encuestas, sufrió una caída libre en los últimos meses, colocándose ahora en el lugar 21 de 32 con un promedio de 20.4 por ciento.
Los yucatecos reclaman a su gobernador principalmente la desigualdad, que los recursos y la prosperidad del estado no llegan a los que menos tienen, pero sí resultan afectados por los aumentos impositivos; reprueban la falta de inversión en obra pública, pero sobre todo, el trato distante que tiene Vila con la población.
En nada ayudó la «gaseada» a los manifestantes contra su gobierno el pasado 19 de enero, y ni el reparto de culpas, ni el intento de desviar la atención de la ciudadanía, funcionó.
El resultado: Mauricio Vila sigue con la aceptación a la baja, encerrado en su burbuja de cristal y de autoelogios, mientras a nivel de campo la oposición que representa Morena en Yucatán se fortalece más y más.
¿Y Carlos Joaquín?
En Quintana Roo, el gobernador Carlos Joaquín González, con una administración ya entrada en el segundo trienio, registró un notable salto en su aprobación del 14 por ciento respecto a la anterior medición, colocándose en la posición número 11 del ránking.
En contraste con su homólogo yucateco, la cautela en la toma de decisiones financieras, a pesar del difícil panorama económico que se visualiza para el 2020, y las buenas relaciones con el gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador, mejoró sustancialmente la aprobación del mandatario.
De hecho, en confianza, empleo, inversión y economía, el gobernador quintanarroense sale muy bien evaluado, pero son dos temas los que bajan el promedio: la inseguridad y la percepción de corrupción.
Ambos tópicos han sido y siguen siendo el principal reto a superar por la administración joaquinista, que aún tiene tiempo para seguir mejorando sus calificaciones.