Opinión

Discordia por la presidencia en la capital

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Tiro Libre | Anwar Moguel

A 10 días de que concluyan los 90 días de licencia que solicitó el alcalde moreno del municipio capitalino, Hernán Pastrana Pastrana, la tensión política dentro del Ayuntamiento es de alto voltaje, ya que en un importante grupo dentro del partido Morena e incluso desde la esfera del gobierno del estado hay total resistencia a dejar las riendas del desastrado municipio en manos del suplente Otoniel Segovia Martínez y su clan, quienes han abusado de su incompetencia en los primeros meses de administración.

El asunto es serio, porque Otoniel Segovia tiene el derecho legal de ocupar la presidencia ante la ausencia de Pastrana Pastrana, cuyo estado de salud le impediría regresar a montar el toro bravo, pero al mismo tiempo por la forma en que éste ha conducido el gobierno municipal tras bambalinas, manejando los hilos de su inexperto yerno José Luis Murrieta Bautista y empoderando a personajes oscuros como Luis Gamero Barranco, se ha ganado el rechazo de los propios regidores morenos, ni que decir de los de oposición.

Pero además, se tendió como alfombra a la senadora Marybel Villegas Canché buscando el “cobijo” en esta tribu de Morena para concretar su ambición de ocupar el anhelado trono que dejó Hernán Pastrana, a sabiendas de que la multicolor política se ha destapado como una enemiga declarada del gobernador Carlos Joaquín González.

Esto en otro municipio no sería mayor problema, pero en Othón P. Blanco las circunstancias son únicas, pues históricamente ha dependido en gran medida del apoyo del gobierno estatal, como en la actualidad, que se encargó por meses de auxiliar con la renta de camiones de basura, de la repavimentación de importantes vialidades en el primer cuadro de Chetumal y hasta de soltar el dinero para la realización del Carnaval 2019.

Segovia Martínez no es bien visto desde Palacio de Gobierno, lo que fortalece a sus opositores que ya le preparan la camita para cerrarle el paso, por las buenas o por las malas.

“No llegará, y si llega se irá pronto”, aseguran los del equipo rival que buscan además sacar a toda la camarilla de funcionarios que llegaron de la mano de Hernán Pastrana y Otoniel Segovia, acusados algunos de nepotismo, otros de violencia política y otros simplemente de maletas.

La mala noticia es que, mientras los caníbales morenos se dan de dentelladas, los chetumaleños seguiremos padeciendo las consecuencias de tal discordia por el caos administrativo y operativo que reina en el Ayuntamiento. Ojalá que terminado el pleito, las cosas empiecen a mejorar.

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