Chetumal, 22 de enero
Anwar Moguel
Vendedores ambulantes que se instalan en las periferias del mercado Ignacio Manuel Altamirano de Chetumal, más conocido como el “mercado viejo”, se manifestaron en el Palacio Municipal en respuesta a las amenazas del personal de la dirección Fiscalización y vía pública de retirarlos del lugar, pese a que llevan hasta 12 años ofreciendo sus productos en esta zona de la ciudad; al mismo tiempo, un grupo de burócratas municipales también se plantó en la sede del Ayuntamiento capitalino en protesta por su despido, acusando al alcalde interino de Morena, José Luis Murrieta Bautista, de pretender darles dos mil pesos de finiquito por más de cuatro años de servicio.
Acompañados por el líder de la CROC en la zona sur, César Antonio Iuit, los comerciantes narraron que este martes recibieron la notificación de que cuentan con una semana para desalojar el lugar donde ofertan sus artículos y productos, con la advertencia que de negarse serán quitados con la fuerza pública, pues así lo ordenó el encargado de despacho de la presidencia, José Luis Murrieta, para “darle una mejor imagen al mercado municipal”.
Señalaron que hay empresarios establecidos en el centro que invaden la vía pública pero operan impunemente con la complicidad del gobierno municipal.
“Hay injusticia para los pobres, impunidad para los ricos, es la manera en que se ha conducido el Ayuntamiento de Othón P. Blanco quienes siguen acosando a los pequeños comerciantes para desalojarlos y dejarlos sin el sustento para sus familias, mientras que a los poderosos le brindan protección”, dijo el dirigente Croquista.
Por su parte, una docena de ex trabajadores de las áreas de Servicios Públicos Municipales y del Zoológico, denunciaron que fueron dados de baja de manera injusta y que ningún funcionario del Ayuntamiento ha querido darles la cara, siendo que únicamente les ofrecen poco más de dos mil pesos por concepto de finiquito laboral.
“El día de la quincena fuimos a cobrar nuestros respectivos salarios y en ese momento nos dieron la notificación que estábamos dados de baja, que viniéramos directo a recursos humanos para que nos liquidaran, pero queremos que nos reinstalen en nuestros puestos de trabajo”, manifestaron.
A los afectados les dijeron que fueron dados de baja por falta de recursos, y solamente les ofrecen en promedio unos dos mil 135 pesos de finiquito por los años que estuvieron laborando.
“Nos están dando dos mil 135 pesos, eso es un insulto, no pagamos ni las hipotecas de las casas en que viven nuestras familias, los estudios de nuestros hijos, el señor Pastrana dijo que no iba a correr a ningún trabajador, ahora este señor que quedó de interino está haciendo estas malas jugadas, queremos que cumplan sus compromisos con la gente, que nos reinstalen o nos liquiden conforme a derecho”, finalizaron.