En Privado | Joaquín López Dóriga
Milenio
Hubo una historia, que luego se hizo telenovela, que narraba los desvelos del alcalde de un pueblo que como candidato había prometido construir el primer panteón de la comunidad, y que no encontraba un muerto para inaugurarlo.
Bueno, pues esa historia pero al revés y superando, claro, la ficción, la acabamos de vivir en Guadalajara, donde el gobierno priista de Jalisco no tiene espacio en la morgue para guardar cadáveres y ahí andan los cuerpos, errantes, en cajas de tráileres sin encontrar el descanso eterno ni fosa que los acoja.
La trama no es novela, es la crónica de una realidad que estalló el pasado martes 11 cuando en una bodega de Tlaquepaque se descubrió, por el hedor, un tráiler con más de 170 cadáveres, a lo que el secretario general de Gobierno de Jalisco, Roberto López, dijo que era algo temporal, como si la muerte no fuera definitiva. Dos días después, la presidenta municipal le exigió llevarse la caja de la muerte. Al día siguiente, el tráiler con su letal carga, dirían los antiguos reporteros de policía, fue trasladado a un terreno en Tlajomulco de Zúñiga, donde los vecinos se quejaron del olor y lo trasladaron a una Bodega de Evidencias de la Fiscalía de Jalisco. El lunes, el gobernador Aristóteles Sandoval se fue por lo más delgado del hilo, cesó al director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, Luis Octavio Cotero, cuando la responsabilidad legal era de la citada fiscalía.
Luego se sabría que no eran solo los 157 cadáveres del primer tráiler, sino 73 más en otra caja, para sumar 230 cuerpos, y así llevan ¡dos años! errantes, porque en el forense de Jalisco solo hay espacio para 72, está completo, y no han terminado el cementerio forense por lo que esos 230 muertos permanecerán en las cajas refrigeradas al menos hasta el 30 de noviembre.
Esta historia que aturde, retrata muchas cosas, pero me centro en dos: cómo se han disparado la inseguridad y los homicidios en Jalisco, que los cadáveres no caben en el forense y la falta de respeto a la dignidad humana y a la muerte.
Y todos, tan culpables, se presentan como ajenos a este crimen múltiple.
RETALES
1. CIFRAS.
Y agrego este dato: del 1 de enero al 19 de septiembre de este año, en Jalisco se registraron, oficialmente, mil 632 muertes violentas, mil 119 por arma de fuego, 239 por estrangulación, 162 por golpes y 112 arma blanca. Total, mil 632 autopsias de las cuales 230 cuerpos seguirán en frías cajas de tráileres, como, insisto, llevan dos años, y en el olvido;
2. RECORTE.
Martí Batres, presidente del Senado, me dijo ayer que tras los recortes por mil 500 millones de pesos, están revisando el uso de boletos de avión de los legisladores. También le quieren quitar el verde, blanco y colorado al escudo del PRI;
3. RENUNCIA.
La nuevos diputados van a extrañar la gestión de Mauricio Farah en la Secretaría General de esa Cámara, durante las últimas dos legislaturas. Farah es un hombre recto y decente, que luego escasean entre esas curules.