Tiro Libre | Anwar Moguel
Ni Mara Lezama, ni Pedro Joaquín. La verdadera protagonista de los alcaldes electos en esta etapa de transición de poderes municipales se llama Laura Beristain Navarrete, quien con su particular estilo de hacer política, frontal y sin pelos en la lengua, y con un olfato afinado de los temas que verdaderamente importan a la ciudadanía, se ha robado el show mientras los demás, si acaso, le siguen el paso.
La controversial ex perredista ha dado el campanazo un día sí y otro también. Fue la primera en reunirse con el súpercoordinador de AMLO en Quintana Roo, Arturo Abreu Marín; ha levantado la voz de forma inmediata lo mismo contra leyes polémicas -como la recientemente bautizada como “ley casitas”, impulsada por el diputado playense Juan Carlos Pereyra-, que contra acciones de gobierno de la actual presidenta en funciones, Cristina Torres Gómez, como la aprobación de los parquímetros para Playa del Carmen recién salida del Cabildo, a la que calificó como otro “aguakanazo”.
Con hiperactividad inusitada, ha tejido alianzas con Morena a nivel central reuniéndose con figuras como Ana Gabriela Guevara, virtual titular de la Conade, y Carlos Mackinlay Grohmann, virtual director de turismo en la Ciudad de México, destino de gran éxito con el que pretende hermanar a Playa del Carmen.
La alcaldesa electa también se reunió con el gobernador Carlos Joaquín González, acallando rumores de rompimiento o de una mala relación entre ambos para lo que viene.
Laura Beristain demuestra que viene con el ánimo a tope y decidida a convertirse en una figura política protagónica a nivel estatal en estos nuevos tiempos de poderío guinda, lo que por lo pronto está logrando, superando por mucho a otros personajes de gran arrastre como la cancunense Mara Lezama y el cozumeleño político de abolengo, Pedro Joaquín Delbouis.
Ya veremos si, una vez en la presidencia, logra mantener el ritmo o se desinfla en el intento.
