CDMX, 12 de julio
Francisco Reséndiz | El Universal
Ángel Ávila, secretario general del Partido de la Revolución Democrática (PRD), acepta que tras los resultados electorales del pasado 1 de julio, este organismo político se encuentra al borde de la desaparición, pero acusa una embestida de Andrés Manuel López Obrador para aniquilar al perredismo.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el mexiquense admite errores del sol azteca, pero también advierte que el partido vivió traiciones internas de cuadros emblemáticos como Pablo Gómez, Ifigenia Martínez, Amalia García, Alejandro Encinas, Francisco Martínez Neri y Miguel Barbosa, así como de muchos cuadros estatales. “La vida se los cobrará”, asegura.
Defiende la decisión del PRD para aliarse con el Partido Acción Nacional (PAN), tras sus triunfos en contiendas estatales como Veracruz, Quintana Roo, Nayarit y Durango, además de un “exitoso combate a la corrupción” que iniciaron en esas entidades al señalar y llevar ante el Poder Judicial a los ex gobernadores Javier Duarte, Roberto Borge y tener señalado al nayarita Roberto Sandoval.
¿Cómo queda el PRD después de la jornada electoral?
—Hubo muchas campañas en contra del PRD, de muchos actores políticos, de Andrés Manuel López Obrador que quiso aniquilarnos, eliminarnos y que el PRD no tuviera registro, de muchas traiciones internas y de muchos errores en nuestro gobierno.
Hubo errores de comunicación en lo que ha hecho el PRD para el país, esta transición democrática que se vivió el 1 de julio, mucho se la debemos al trabajo del PRD. Los mexicanos pudieron votar sin temor a que no se contara su voto, se contaron bien, hubo un ganador, pero todo ese andamiaje institucional es un reconocimiento de muchos años al PRD.
Quedamos fuertemente sacudidos, pero con la firme convicción y entendiendo que este es un tema de ciclos. Hoy cerramos un ciclo en el PRD, que nos llevó a gobernar desde 1997 la Ciudad de México, que hicimos cosas buenas y malas, que hay que reinventarnos.
¿Las corrientes internas del sol azteca siguen vivas?
—Tenemos que entender que las corrientes internas debemos vernos como un solo equipo, no vernos ya con una división interna, que [es lo que] proyectamos, y entender que también cuando la sociedad cree que no se hacen buenos gobiernos, los electores nos castigan. Habría que revisar qué hicimos bien y mal.
Es una oportunidad de refundar al PRD, entender a esta izquierda progresista que hoy más que nunca va a ser importante en la vida política del país. Quizá en el Congreso seremos una fuerza minoritaria, pero nuestros debates, nuestras ideas y señalamientos al nuevo gobierno van a ser importantes para la sociedad.
¿Fin de un ciclo?
—La vida de los partidos políticos es como la vida de las personas, siempre tienen sus altas y sus bajas, hoy hay que entender que estamos en una época en que nos tocaron las bajas en el PRD, pero eso no nos condena a la desaparición, sino que nos debe impulsar a refundarnos para la elección de 2021 y de ahí sabremos si convencimos a los ciudadanos. El PRD puede levantarse y se van a dar las condiciones con este nuevo gobierno, [el cual] creo que no va a cumplir las expectativas con las que llegó.
¿El PRD está por desaparecer?
—En el PRD, si no hacemos las cosas diferentes, si no entendemos este mensaje de la ciudadanía, que casi nos cuesta el propio registro, si no hacemos cosas diferentes, sí te puedo decir que estamos al borde de la desaparición, porque entonces no entendimos que la gente no quiere pleitos, que la gente quiere que se castigue la corrupción y no entendimos que está molesta con algunas acciones de gobierno.
Si no lo entendemos, podríamos estar al borde de la desaparición, pero el ánimo al interior del partido es aceptar el golpe electoral, pero podemos descubrir al verdadero perredismo que sigue fiel pese a todo. Hay 3 millones de votos que no se pueden defraudar, hoy los sufragios no son de un partido, las maquinarias ya no funcionan, hoy se tiene que convencer a los ciudadanos con ideas y propuestas, el PRD se debe convertir en un partido de ideas e iniciativas.
¿Quiénes traicionaron al PRD?
—Puedo decir muchos nombres con apellido, como Pablo Gómez, Amalia García, Ifigenia Martínez, Alejandro Encinas, los cuadros que fueron por un cargo a Morena, se fueron porque los iban a hacer diputados y senadores, decían ellos que se iban porque el PRD se había aliado con el PAN.
Yo decía en los debates internos que es como si ellos no se dieran cuenta que hicimos alianzas con el PAN desde 1999, cuando ganamos Nayarit, pero se fueron a Morena, que trae una alianza con el partido de ultraderecha que se llama Encuentro Social. Son argumentos falaces, lo que buscaban eran los cargos, los van a tener y espero que representen a la ciudadanía dignamente.
¿Quiénes más entran en ese grupo que traicionó al PRD?
—Francisco Martínez Neri, Miguel Barbosa, que aprobó todas y cada una de las reformas del Pacto por México y que en su momento fue beneficiario de esas reformas. Hay muchos cuadros estatales que dieron esa vuelta a la traición y creo que la vida se los cobrará. No conozco un solo argumento de peso en el sentido de que se iban por un tema ideológico, se fueron para aliarse con lo peor del PRI que hoy está en Morena, como Elba Esther Gordillo, Manuel Bartlett, Napoleón Gómez Urrutia, pero que también está Manuel Espino, dirigente del Yunque, y Germán Martínez. No hay honestidad intelectual, no hay congruencia.
¿Para el PRD fue un error aliarse con el PAN?
—No. Hay una historia de esa alianza, no es que de repente se les haya ocurrido a Alejandra Barrales y a Ricardo Anaya juntarse, veníamos de alianzas estatales exitosas, habíamos logrado transiciones importantes y combate a la corrupción. Habíamos ganado juntos Veracruz, Quintana Roo y Nayarit, y con ello [se logró] meter a la cárcel a Javier Duarte, iniciar proceso a Roberto Borge y que se investigue a Roberto Sandoval, habíamos ganado Durango y otras. Estaban funcionando. Eso nos motivó a tener una alianza mayor, a nivel nacional y así surgió la idea del Frente.
¿Usted anticipa que puede haber una disputa interna por la dirigencia del PRD?
—Espero que no. Hago votos para que el proceso de renovación que debe vivir el PRD en sus dirigencias nacionales y estatales, antes de que concluya el año, se haga en la mayor unidad posible. La gente no quiere ver un PRD peleando internamente. Su mayor reto inmediato es lograr su renovación en unidad, ahí veremos la madurez que hemos alcanzado.
¿Qué le dice a la ciudadanía?
—Que el PRD asume con humildad los resultados de la elección del 1 de julio y que con esa humildad vamos a trabajar, a mejorar el partido y a construir una opción para los mexicanos de campo y que ojalá el nuevo gobierno cumpla con las promesas de campaña.
Al PRD lo vamos a levantar, vamos a ser un partido de ideas y a vigilar que el recurso que se ejerza desde el gobierno se haga de manera eficiente y transparente.