Tiro Libre | Anwar Moguel
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En completo shock por una derrota inesperada, la alcaldesa con licencia neo-panista de Playa del Carmen, Cristina Torres Gómez, está pataleando en el fango de la desesperación intentando reventar, al menos en la percepción pública, los resultados de la elección que favorecen por poco más de 2 mil votos a la combativa ex perredista Laura Beristain Navarrete, abanderada de Morena.
No es para menos. El gusto de gobernar el pujante municipio de Playa del Carmen (Solidaridad) le duró muy poco a la alcaldesa que pensó tener en la bolsa la reelección gracias a la afinada estructura que alimentó con raudales de dinero, inversión de dudosa procedencia que al final no dio el rédito esperado.
Ni en su más peliaguda pesadilla imaginó Cristina Torres que perdería en la batalla electoral, a pesar de que hubo muchos indicadores de que el efecto Morena podía ser arrasador.
Pero la alcaldesa con licencia no encontró gracia en la derrota y en franca negación, empezó a mover desesperada a sus estructuras y simpatizantes para circular versiones de que le habían “robado” la elección.
De repente, aunque en el PREP oficial del Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) los números siempre favorecieron a la morena Laura Beristain, Cristina Torres inundó las redes con la fotografía de una supuesta acta electoral final que le daba una victoria apretada.
Peor aún: en una acción suicida embarró hasta al gobernador Carlos Joaquín González, al verter en redes y en medios afines que estaban preparando arrebatarle “haiga sido como haiga sido” el triunfo a la Beristain, lo que ha sido evidenciado ya por varios reporteros y columnistas quintanarroenses.
Por supuesto, esto no ocurrirá. Fiel a su estilo Carlos Joaquín ha sido cauto en extremo en no involucrarse demasiado en temas electorales, dejando que sean los candidatos, partidos y autoridades electorales las protagonistas del proceso, como debe de ser.
La neo-panista está atravesando por la primera etapa del duelo electoral: la negación; no quiere aceptar la realidad por contundente que esta sea, pues 2 mil 100 votos de ventaja en el conteo rápido no son cualquier minucia.
Incapaz de aceptar la amarga derrota, ya advirtió que recurrirá a los tribunales donde con toda seguridad transitará a la etapa de la ira, ya que no logrará el objetivo de ganar a la malagueña.
Será después de que los tribunales validen la victoria morenista cuando entre a la etapa de la negociación, para que la nueva alcaldesa no esculque en los clósets más recónditos del municipio en busca de los “cadáveres” ocultos, porque ya se sabe que el que busca, encuentra.
Finalmente Cristina Torres llegará a la depresión cuando tenga que decidir si tomará o no una “humillante” regiduría en el nuevo Cabildo, antes de aceptar por fin que fue una víctima más del huracán Peje a pesar de sus esfuerzos.
Transitar las etapas del duelo nunca es fácil, pero mientras más rápido acepte Cristina Torres su derrota, saldrá mejor librada políticamente, pues su pataleta solo está llenando de lodo una elección prácticamente definida.
Ni modo, Cristina. En la política, como en el futbol y en la vida, a veces se gana y a veces se pierde. Esta vez te tocó perder.
